Date: Tue, 31 Jul 2018 13:46:28 +0000 From: Daniel Berasaluce Frías Subject: La polla de mi niño - capítulo 10 - CUATRO CORRIDAS EN LA CENA. Capítulo 10 -- CUATRO CORRIDAS EN LA CENA. Nifty is the constant source of all your erotic dreams. All kinds of fetishes can be found here. We don't want this website to ever stop. Think for a minute if you can afford it and help sustain Nifty with your donations. Freedom can move your life and it can be seen even in the hardest conditions, together with love and friendship, happiness and beauty. Have a look at the life of eight beggars who live together at: www.luces-delatierra.blogspot.com.es or in English at: www.lightsoftheearth.blogspot.com.es Así que allí estábamos otra vez en una nueva paja mutua. Cómo me gustaba ya notar la sensación de que Julio estaba disfrutando tanto como yo y ya no le importaba tener sentimientos gay conmigo ni a mí me importaba lo más mínimo. Y nos besábamos, nos metíamos mano y nos pajeábamos al mismo tiempo. Una nueva idea se me estaba ocurriendo y cada vez estaba más seguro pero no se la iba a decir todavía para que no se corriera tan pronto y disfrutara de su polla más tiempo. -Cómo me gusta esto, papá: vivir los dos en pelota y masturbarnos el uno al otro. -Pues disfrutemos, Julio. Sé que te gusta este cariñoso incesto que estamos teniendo. -Vicky no me dio tanto placer sexual, papá, y ninguna tía me lo dará. Porque además ahora yo disfruto también masturbando una polla, más sabiendo que es la bonita polla de mi padre. -Mira Julio, te voy a decir algo más: mi niño es un valiente y tu bonita polla va a disfrutar de todas las formas posibles. Mañana cuando regreses de la facultad, me vas a dar por el culo también y te vas a correr en el culito de papá. Julio no pudo más y tal como yo esperaba en ese momento se corrió y yo también detrás de él. - ¿Estás seguro, papá? Mira que yo no tengo por qué follarte y ni mucho menos voy a violar al tío bueno de mi padre. -No es violación, Julio. Tu padre te lo está pidiendo. Me has demostrado con creces tu valentía, permitiéndome que viva en pelota y masturbándome también. No creo que sea tan terrible. Muchos hombres han sido follados y luego les gusta tanto que quieren ser follados una y otra vez. Tú nunca te has follado un culo antes e imagino cómo te pondrás follándote a tu propio padre. Y yo creo que notar tu maravillosa polla también en mi culo me pondrá a mil y querré que me folles una y otra vez. De todos modos mañana me vas a follar y espero que me guste. -Está bien, papá, lo intentaré. Pero lo único que te prometo es que mañana te voy a meter el nabo en el culo, pero si me dices que no aguantas, lo sacaré inmediatamente. Mi niño había terminado de cenar entonces, reconociéndome lo rica que estaba la ensalada de gambas, más rica si la saboreaba en pelota conmigo en pelota y pajeándonos el uno al otro. Y al fin alcanzamos el acuerdo de que mañana me iba a follar o al menos lo iba a intentar. No más miedo: yo también quería saber qué se siente con una polla en el culo y ya tenía claro cuánto me excitaba la polla de mi niño y si un día alguien me la metía, tenía que ser él. -Y ahora te la voy a chupar otra vez. Y empecé en seguida a hacerle su cuarta mamada, tercera de hoy. Mi niño realmente había aprendido a controlar su polla y tardo mucho ahora también, aunque me reconocía que estaba pensando en que al fin podría tirarse un culito mañana y estaba muy cachondo sólo de imaginar que el incesto con papá pudiera aumentar. Pero me dijo que también tenía mucho miedo y que por eso no se corría pronto. Yo ya había aprendido a masajear su linda polla con mi lengua mientras le acariciaba los cojones y le metía mano por todas partes. Pero en esta mamada la novedad es que Julio me pajeaba ya sin complejo alguno. Era ya la quinta paja que me hacía hoy y supe que para los dos esta intimidad incestuosa padre-hijo era un verdadero placer. Ambos cuidaríamos de nuestras necesidades. Desde que mi mujer me dejó, yo apenas había tenido vida sexual y Julio lo intuía. Nunca nadie me había pajeado desde entonces y ahora mi propio hijo lo hacía y lo que es más, cachondísimo mientras yo chupaba su polla otra vez. Qué rico era este placer para nuestras pollas y qué bueno saber que Julio sentía placeres gay con papá y de verdad se estaba convirtiendo en mi mejor amigo. La mamada también duró media hora y de nuevo sin avisarme noté otro chorro de leche calentita en mi boca, y por supuesto al notar el sabor del semen de mi niño, me volví a correr. Lo habíamos conseguido: cuatro corridas en la cena: una en mi boca y tres al suelo, una de Julio y dos mías. -Esta vez no me tengo que quitar la ropa cuando entre en mi cuarto, papá: ya estoy en bolas y quiero que mañana cuando entres a mamármela otra vez, desnudo por supuesto, y si tengo la oportunidad te haré otra paja mientras me la chupas. -Si te vas a pajear esta noche en la cama, piensa en el placer que tendrás mañana follándote a papá. -Bueno, me pajearé pensándolo, papá. Ya veremos si mañana es posible follarte. Pero de todos modos sigamos teniendo incesto. Aún me cuesta creer lo buenos amigos en que nos hemos convertido en dos días papá. Te necesito sexualmente y tú también me necesitas. Me voy a la cama a hacerme un par de pajas más. Todo está bien, papá, sigamos como hasta ahora. Un nuevo beso, por supuesto y Julio se fue en pelota a su cuarto y yo en pelota al mío. El día de hoy había sido el más caliente de mi vida. Nunca pensé que mi niño me masturbaría y me metería mano, añadiendo que quería que yo estuviera desnudo también. El efebo de mi niño disfrutaba con ello también y yo empezaba a descubrir a Julio, que era mucho más lindo y mucho más valiente de lo que nunca pude pensar. Masturbándome en mi cuarto, sólo podía pensar en el día tan cachondo que habíamos tenido los dos, más cachondo mañana que también iba a vivir la sensación por primera vez de notar la polla de mi niño en el culo. Iba a resistir por él, por su placer.