Date: Thu, 2 Aug 2018 13:18:20 +0000 From: Daniel Berasaluce Frías Subject: La polla de mi niño - Capítulo 11 - DESPIÉRTATE POLLA. Capítulo 11 -- DESPIÉRTATE POLLA. Nifty is the constant source of all your erotic dreams. All kinds of fetishes can be found here. We don't want this website to ever stop. Think for a minute if you can afford it and help sustain Nifty with your donations. Freedom can move your life and it can be seen even in the hardest conditions, together with love and friendship, happiness and beauty. Have a look at the life of eight beggars who live together at: www.luces-delatierra.blogspot.com.es or in English at: www.lightsoftheearth.blogspot.com.es Al día siguiente ya me atreví a entrar desnudo en la habitación de mi niño. Hoy hacía un poquito menos frío y lo vi tendido en pelota sin sábana alguna que lo cubriera. Qué belleza ver su espectacular cuerpo otra vez y oír su respiración calmada. Me acerqué a su cama y comencé esta vez por lamerle un poquito los cojones. Julio gemía pero seguía dormido. Así que sin dudarlo más tiempo, comencé de nuevo a chupar su preciosa polla. Tercera mamada despertador pero mientras viviera conmigo le iba a hacer una cada mañana. Estuve dos minutos chupándole la polla hasta que al fin se despertó. -Buenos días, tío bueno --me dijo. -Buenos días, tío bueno --le contesté. -Qué placer verte entrar en mi cuarto desnudo, papá. En esta posición no puedo hacerte una paja, así que te la haré luego mientras desayunamos, paja mutua si quieres. -Como tú quieras mi niño. Ahora piensa sólo en el placer de tu polla. El cerdo incestuoso de papá te está haciendo una nueva mamada. Se retorcía de placer, gemía y pronto comenzó a chillar, tan cachondo estaba. Incluso sin paja previa, la polla de mi niño ya había aprendido a aguantar. Él no podía pajearme ahora, pero sabía que no se encontraría bien si no hacía que yo comenzara el día corriéndome también. Y como yo lo sabía le dije que después, en el desayuno, que ahora gozara solo él. Y efectivamente se llevó veinte minutos para correrse, su cara una mueca de placer supremo. A veces lo miraba y admitía que la cara de mi niño, próximo al orgasmo, era un poema y que no podía haber en el mundo alguien más guapo que Julio, especialmente cuando me mostraba su placer. Pensé que lo mismo un día mis sentimientos por mi hijo me llevarían a enamorarme, y que eso no debía pasar. Él se podría sentir mal por mí y cometer la locura de quedarse conmigo, pero Julio era hétero. El placer incestuoso que estábamos viviendo estaba bien si era sólo temporal, no permanente. Así que mientras le chupaba la polla por primera vez hoy decidí que haría esfuerzos por no enamorarme de él. Todo el tiempo lo tocaba por todas partes y cada dos por tres paraba la mamada y le comía los cojones un ratito. Pero al final, veinte minutos después de haber comenzado, noté su rico chorro de semen calentito como un regalo para mi boca incestuosa de nuevo. Yo no me estaba masturbando pero fue notar su corrida y correrme yo otra vez, primera vez que me corría en su cuarto, si no recordaba mal. -Gracias, papá. Ahora me voy a duchar: no me haré paja hoy pues quiero que en el desayuno nos corramos los dos a la vez. Se fue a la ducha y yo me fui desnudo a la cocina a prepararle el desayuno. Mientras lo hacía me estuve tocando la polla todo el tiempo, poniéndomela más dura: sólo tenía que recordar el sabor de su polla que había disfrutado una vez más, el espectáculo de ver su cuerpo desnudo, de saborearlo, imaginarlo ahora desnudo en la ducha, pajeándose o no. Pero al fin lo vi llegar, gotas de agua aún chorreando en su piel. Tras saludarme y como yo esperaba besarme apasionadamente, se sentó y primero preparó de nuevo sus tostadas y una vez a su gusto, con una mano comía y con la mano izquierda me agarró la polla otra vez, dispuesto a hacerme una nueva paja, así que yo hice lo mismo con su polla y esta vez me lo permitió. Así que iniciamos la primera paja mutua del día. Mientras desayunaba y me pajeaba le pregunté. - ¿Te pajeaste pensando en el placer que tendrás hoy cuando regreses, follarte a papá? -Sí, papá, pero no me corrí pensando en ello. El culo que tienes es lo suficientemente sexy como para que me de placer pensar que te meto la polla. Pero tengo miedo, papá. Ahora no podemos ser mejores amigos y todo lo que hacemos con nuestras pollas nos da placer a los dos pero si intento follarte y no lo consigo, eso puede hacer que me quieras menos o incluso que me odies, papá, y que perdamos nuestra amistad. -Eso no va a pasar, Julio, porque confío en ti y sé que lo último que deseas es violarme. Una vez más, para tu tranquilidad, te diré que lo vamos a intentar pero si veo que no lo resisto sé que mi niño sacará su polla de mi culo entonces. Entretanto Julio, no te agobies y pásate la mañana cuando no tengas clases pensando en el culito de papá. -Al final me corrí recordando tus mamadas. Y ahora me voy a correr, papá. -Y yo contigo, Julio. Nos corrimos de nuevo con auténtica lujuria mutua. Y nada más corrernos, me levanté con la sola intención de enseñarle a Julio mi culo, el culo que se iba a follar esta tarde. -Qué culazo tienes, papá. -Te lo vas a follar hoy Julio, te lo prometo y tranquilo, pase lo que pase te aseguro que la gran amistad que hemos comenzado va a continuar. Me dio otro beso, se vistió y se fue y yo me masturbé otra vez antes de vestirme e irme al trabajo. En el almuerzo, hoy chocos, me desnudé, esperando que volviera Julio y me follara al fin. No tenía miedo. Sabía que por él cualquier dolor que pudiera sentir lo iba a aguantar. Sería testarudo y le daría al fin el gran placer de follarse a su padre. Aún no sabía lo cachondo que me iba a poner cuando regresara.