Date: Sat, 4 Aug 2018 14:35:54 +0000 From: Daniel Berasaluce Frías Subject: La polla de mi niño - Capítulo 12 - EL PERFUME DE FOLLAR. Capítulo 12 -- EL PERFUME DE FOLLAR. Nifty is the constant source of all your erotic dreams. All kinds of fetishes can be found here. We don't want this website to ever stop. Think for a minute if you can afford it and help sustain Nifty with your donations. Freedom can move your life and it can be seen even in the hardest conditions, together with love and friendship, happiness and beauty. Have a look at the life of eight beggars who live together at: www.luces-delatierra.blogspot.com.es or in English at: www.lightsoftheearth.blogspot.com.es Al fin regresó, pero diciéndome que primero iba a darse una ducha. -Es que tenía dos horas libres, papá, y he estado en el gimnasio de la facultad. Ahora apesto: déjame primero que me dé una ducha. Pero qué bueno verte ya desnudo, tío bueno. Habíamos acordado en el desayuno que si él viniera a casa con alguien me mandaría un Whatsapp avisándome. Pero no me mandó ninguno y yo estaba ya en pelota esperando que regresara y me follara. Pero además vi a Julio chorreando sudor, una imagen que todavía me puso más caliente. Y el olor de sus sobacos me estaba embriagando. - ¿Puedo pedirte un favor, tío bueno? --Le pregunté. - ¿Qué favor? -No te duches todavía. Ese olor tan rico a macho que tienes ahora me está poniendo más caliente. Quítate la ropa y fóllame ahora. Yo me quedo aquí sentado en el sofá y cuando me folles quiero mirarte a los ojos. Por favor, por favor, hazlo ahora sin ducharte. Espero no parecerte un friki. -Papá, si te pongo más caliente así, pues lo que sea que te dé más placer. Me quito la ropa, pero si quieres, me ducho luego. Lo que tú me digas. Y entonces se quitó la camisa y supe que a partir de ese momento tendría una nueva necesidad. Era febrero pero hacía un calor de julio y el pecho de mi niño chorreaba sudor y supe que siempre querría verlo así. Luego se quitó los zapatos. También le olían un poco los pies y el olor no me molestó. Incluso me puso algo cachondo también. Y al final se quitó los pantalones cortos. Vi de nuevo su polla, pero no estaba entonces completamente empalmado y le pregunté por qué. -Tengo miedo, papá. -No tengas miedo, Julio, mira otra vez el culito de papá. Vamos, mi niño, fóllame, sé que me va a gustar. Y en esta postura veré tus ojos. Dame por el culo, Julio, he estado todo el día cachondo pensando que me follarías hoy. Se fue acercando a mí y afortunadamente se fue empalmando también. Yo me había pasado el día mentalizándome para mostrarle resistencia y no dolor y sea como sea Julio se tenía que correr en mi culo. Pero primero me la tenía que meter. -Sin miedos, hijo mío. Clávame esa bonita polla que tienes, ahora vamos. Y al fin se atrevió y al tiempo que empezó a meterme la polla, comenzó a besarme. Realmente Julio tenía una polla muy larga y me dolía, pero esto era lo que yo esperaba. Sabía que me iba a doler pero también sabía que este dolor lo iba a resistir. Julio me miraba a los ojos como preguntándome: " ¿Sigo, papá, o te la saco?", y con la mirada le insistía que siguiera y le pregunté. - ¿Te gusta follarte un culo al final? ¿Te gusta follarte a papá? -Me sentiré mejor cuando no te duela, papá. Pero darle a alguien por el culo es mucho mejor de lo que hubiera podido imaginar. Y me pone muy cachondo el incesto, con este maravilloso cabrón de Rafa Huertas. Y te digo cabrón con todo cariño --y me siguió besando y empezó entonces a meterme mano. No sólo su polla trabajaba ahora, sino todo su cuerpo, sus labios, sus eróticas manos al tiempo que mis manos comenzaron de nuevo a toquetear al tío bueno de mi niño. -Puedo notar el cariño con el que me has llamado cabrón, mientras me follas, me besas y me metes mano. Pero hay algo más que está haciendo que resista y que tenga la seguridad de que te vas a correr en mi culo al final. Mira mi polla, Julio. No puedo estar más empalmado. Y la tengo así de dura gracias a tu maravilloso perfume y sí, lo llamo perfume. Si otro día vas al gimnasio también por favor fóllame antes de ducharte. Pues ahora estoy seguro de que quiero que me folles cada día. Y mira, concentrándome en el maravilloso olor de tus sobacos, justo ahora ha dejado de dolerme. Fóllame Julio, y luego en el almuerzo paja y mamada. Ahora sé que follar tiene un perfume. Y lo mucho que te quiero, mi niño, ha hecho que el incesto también tenga un gran perfume. -Papá, ahora que sé que te está gustando, intentaré resistir más. Pero después me puedo pasar sin paja en el almuerzo, papá. Comemos desnudos y después te permitiré otra mamada y te pajearé. -De acuerdo, Julio, pero sigue follándome, y ya te puedo decir que ahora quiero que me folles todos los días. -Joder, qué maravilloso cabrón eres, papá. Ahora sí que no puedo más. ¡Me corroooo! Y al fin tuve la maravillosa sensación que había estado imaginando todo el día. Mi culo bañado en el semen de Julio. Después de ser yo ahora el que lo besara y le diera las gracias, le dije que ahora en el almuerzo me iba a quedar todo el tiempo con su semen en el culo. Que de acuerdo, que sin paja en la comida, pero mamada después. Hoy quería agradecer especialmente a la polla de mi niño que me hubiera follado por primera vez. Y a comer nos fuimos. A Julio le encantaban los chocos y mientras comíamos, él no sabía cómo agradecerme lo que le acababa de permitir. Y le dije que me lo estaba agradeciendo con su maravillosa erección, esperando nueva mamada tras follarme, mientras su pecho seguía bañado en sudor. Supuse que su polla ahora tendría un nuevo sabor y yo quería probarlo también. Él me repitió que no quería ser tan egoísta, pero yo le repetí que de egoísta nada, que el placer que me estaba permitiendo vivir con él era supremo. Terminamos de comer y sin decirle nada me volví a arrodillar en el suelo y a meterme su maravillosa polla en la boca. Ahora sudada volví a degustar un nuevo perfume. Qué rica la polla del tío bueno de Julio Huertas con el perfume ahora de su sudor. Yo gemía y le repetía que me encantaba el sabor y que me permitiera más mamadas cuando tuviera ese maravilloso perfume encima. Mi niño por supuesto estaba masturbándome y tocándome por todas partes, pero me dijo que saber que me gustaba tanto su olor a sudor, una nueva experiencia que jamás viviría con una tía, estaba poniéndolo tan cachondo que estaba a punto de correrse. Pero al menos resistió un cuarto de hora hasta que al final me dejó una nueva corriente de semen en la boca. Ahora tanto mi estómago como mi culo tenían la leche de Julio. - ¿Te importaría no ducharte en todo el día? Podrías hacerlo mañana antes del desayuno e incluso dormir con tu maravilloso perfume esta noche, para que cuando mañana vaya a hacerte la cuarta mamada despertador tu polla siga teniendo ese gran sabor. -Pues no me ducho en todo el día, papá. --Y me besó de nuevo. -Y ahora si quieres, tío bueno, nos vamos de nuevo a tu cuarto a ver porno y pajearnos. Pero cualquier peli que tengamos no tendrá tu extraordinario olor, el perfume de follar, de chuparla, el perfume del sexo entre tíos.