Date: Tue, 14 Aug 2018 13:57:10 +0000 From: Daniel Berasaluce Frías Subject: La polla de mi niño - Capítulo 15 - AMANTES Capítulo 15 -- AMANTES. Nifty is the constant source of all your erotic dreams. All kinds of fetishes can be found here. We don't want this website to ever stop. Think for a minute if you can afford it and help sustain Nifty with your donations. Freedom can move your life and it can be seen even in the hardest conditions, together with love and friendship, happiness and beauty. Have a look at the life of eight beggars who live together at: www.luces-delatierra.blogspot.com.es or in English at: www.lightsoftheearth.blogspot.com.es Estaba aterrorizado pero totalmente empalmado. Empecé toqueteando su precioso culito y aun así le volví a preguntar. - Estás seguro de esto, Julio? -Nunca he estado más seguro de algo en mi vida, papá. Tú eres la persona con la quiero tener sexo siempre. Quiero incesto, papá. Quiero que pierdas tu timidez y me metas la polla en el culo. Le dije que lo haría pero que él me fuera diciendo qué sentía. En esta postura podía ver sus ojos. Al final me decidí y le fui metiendo el nabo poco a poco. Noté que le dolía un poquito, pero mi Julio me agradecía que le estuviera metiendo la polla y me rogó que continuara, que quería que le abriera el culito un poquito más, para que yo me lo follara una y otra vez. Me puse a llorar, no pude evitarlo. Ya estaba seguro de que estaba enamorado de mi niño, y jamás en la vida me había pajeado pensando que me lo follaba. Y allí estaba yo, con la polla dentro de ese culo tan perfecto y tan valiente, que se había dejado follar antes para que su padre se lo follara después. Cada vez más seguro, me decía una y otra vez que ya no le dolía y que me acostumbrara a follármelo, que ahora nos follaríamos cada día. -Hace tiempo tomé la decisión, Julio, de no coartar nada que estuvieras sintiendo. Follarte no es fácil para mí, pero veo que también te diviertes con mi polla, y a partir de ahora haz lo que te salga de los cojones. No puedo quererte más. --Y entonces comencé a meterle mano y a besarlo, oliendo su perfume al mismo tiempo. Fue entonces que mi niño comenzó a llorar. -Te amo, Rafa. Me corrí; no pude evitarlo. Nunca me pude imaginar eso. -Sí, papá. Te amo profundamente. Es un sueño para mí que me folles por fin y mi corazón ha estallado. -Yo también te amo, Julio. Creo que mi corazón ya lo sabía pero mi mente acaba de descubrirlo. Pero dios santo, qué vamos a hacer ahora? -Seamos amantes, papá. Si no lo somos, me voy a poner a llorar. Piensa qué bonito es esto: los dos nos amamos. Incluso quiero que nos metamos en la cama juntos. -Si tú crees que tiene sentido, Julio, vamos a intentarlo. No sé si he sido un imbécil hasta ahora, pero adelante, nunca vas a sufrir. Los dos nos vamos a dar placer en nuestras pollas cada vez que nos salga de los cojones. Nunca más te voy a negar que te diviertas con mi polla como tú quieras. Y de acuerdo nos iremos a la cama juntos. Ahora, fóllame otra vez, por favor. Así que me tendí yo ahora en el sofá y mi niño me metió la polla otra vez en el culo. Sabiendo ahora que nos amábamos y que ya éramos amantes el placer esta segunda vez que me follaba era máximo. Nos estuvimos besando todo el tiempo y cada dos por tres él me repetía: te amo, Rafa. Tanto amor sentíamos que como yo antes, él también se corrió pronto. Pero ya no nos importaba. Nos íbamos a follar mil veces a partir de ahora. -Y ahora te la voy a chupar al fin, papá. -Pues diviértete, Julio. Ya sabes que la polla de tu amante es tuya. Sin pensárselo dos veces, sentí su lengua en mis cojones. Julio me decía que mis huevos estaban riquísimos. Qué bonito es esto, coño, pensé: padre e hijo enamorados y teniendo sexo juntos. Quería pasarme la vida con Julio. Mientras me chupaba al fin la polla y le oía gemir de placer por el sabor, recordé que antes me había dicho que cuando terminara la carrera, quería encontrar un trabajo en nuestra ciudad, para vivir siempre conmigo. Sentí que aquella era la primera mamada que me hacían. Ni mi mujer se había esforzado tanto en darme tan exquisito placer en la polla. Un tío la chupa mejor; más un tío enamorado, que me repetía una y otra vez qué rica estaba mi polla. Yo sólo le repetía: es tuya, amor mío, diviértete. Mi niño se corrió inesperadamente oyéndome decirle amor mío y al verlo correrse me corrí yo por primera vez en su boca y Julio me repitió que ahora quería tragarse litros y litros de mi rico semen. Pero sin pausa ahora fui yo el que le hice una nueva mamada. Tantas veces como le había chupado la polla ya, y fue como la primera vez. Al menos ahora tenía la nueva sensación de saber que lo amaba. Nos habíamos puesto tan calientes esta semana el uno al otro que los dos nos habíamos enamorado. A pesar de su amor por mí, Julio aguantó 20 minutos y al final saboreé su néctar de nuevo y tras su corrida, me besó apasionadamente. Ahora sí nos fuimos a comer. No hubo paja ahora porque Julio me dijo que luego me la quería chupar otra vez en su cuarto. Pero estuvimos comiendo hablando de amor. Incluso nos llamamos novios sin miedo. La tarde en su ordenador fue más caliente que los días anteriores. Nos hicimos tres pajas mutuas y aun así tuvimos tiempo de parar un rato una peli para chupárnosla otra vez, él a mí primero y yo ya estaba seguro de que le iba a dejar divertirse con mi polla cada vez que quisiera. Por supuesto yo se la chupé otra vez después. En la cena, tortilla ahora, nos pajeamos y al acabar, le propuse a Julio que nos hiciéramos un 69 ahora. Qué placer sentir su polla en la boca mientras la mía era chupada otra vez al mismo tiempo. Yo le dije que ahora le haría más de tres mamadas diarias y él me dio que haría exactamente lo mismo, la última del día en la cama. También le dije que además de mi amante era mi hijo y que lo quería libre, libre de tener sexo con Mario o con otros tíos y por supuesto tías y él estuvo de acuerdo y me dijo que yo también era bisexual y que hiciera exactamente lo mismo, con chicas o chicos. Y con ese acuerdo, nos corrimos. Por supuesto en pelota nos fuimos a su cama. Julio no se ducharía hasta mañana antes del desayuno, pero me dijo que al despertar nos haríamos otro 69, que ahora no iba a ser yo solo el que le hiciera mamadas despertador. Después de besarnos intensamente, Julio totalmente seguro se metió de nuevo mi polla en la boca. Íbamos a hacer de todo, me dijo, pero quería empezar chupando otra vez la polla de su padre.