Date: Tue, 24 Jul 2018 14:25:09 +0000 From: Daniel Berasaluce Frías Subject: La polla de mi niño - capítulo 8 - JULIO APRENDE A CONTROLAR SU POLLA. Capítulo 8 -- JULIO APRENDE A CONTROLAR SU POLLA. Nifty is the constant source of all your erotic dreams. All kinds of fetishes can be found here. We don't want this website to ever stop. Think for a minute if you can afford it and help sustain Nifty with your donations. Freedom can move your life and it can be seen even in the hardest conditions, together with love and friendship, happiness and beauty. Have a look at the life of eight beggars who live together at: www.luces-delatierra.blogspot.com.es or in English at: www.lightsoftheearth.blogspot.com.es Así que allí estaba yo haciéndole otra paja mientras el tío bueno de mi hijo se comía su arroz. Paró un rato para besarme. -Me pones cachondísimo, papá, gracias. No sabes cuánto te quiero, joder. -Disfruta de tu polla, Julio. Te lo mereces porque permites que el cabrón incestuoso de papá te pajee más de una vez. Come y disfruta. Julio seguía comiendo y yo seguía allí meneándole la polla y haciéndolo gozar. Ningún tío en el mundo se lo merecía más, pues sabía además que yo estaba disfrutando también y me dejaba. Además me dijo que me sacara la polla y me hiciera otra paja. Yo le dije que me iba a masturbar en la segunda mamada de hoy. Entretanto disfrutaba de notar cómo se me ponía dura la polla dentro del pantalón con la hermosa sensación de pajear la polla de Julio de nuevo. Mi niño aguantaba mientras seguía comiendo. Yo no comía con él porque había almorzado antes para ahora darle dos placeres en la polla. Al fin, cuando casi no quedaba arroz me dijo. -No te avisaré cuando me la chupes, papá, pero sí ahora. Me corroooo! -Termina de comer tranquilo, o si quieres empiezo a chuparte la polla ya mientras terminas. -Cuando tú quieras, papá. Me puse de rodillas en el suelo y de nuevo tuve el placer de meterme su polla en la boca. Julio seguía comiendo y yo se la chupaba, diciéndole que no hablara ahora, que hablara cuando acabase el almuerzo. Entretanto me detuve un rato a lamerle los cojones, que sabía que le daba mucho gustito a mi niño, y a partir de ahora los cojones de mi niño siempre tendrían el placer de mi lengua. Justo cuando retorné a su polla me dijo que acababa de terminar de comer. Yo le dije que hablara ahora si quería. Le pregunté qué estaba sintiendo. -Siento fuego en la polla, papá. Tercera mamada que me haces, segunda de hoy y sé que aún me queda una más. Y además eres tan bueno, papá. Nunca te negaré mi polla para que te diviertas con ella, pero me prometiste que te ibas a pajear ahora. Hazlo papá, por favor. Y así mientras disfrutaba del sabor de la polla de mi niño, me abrí la cremallera y sin ningún complejo ya, me saqué el nabo y comencé a pajearme de nuevo en su presencia, seguro de que lo estaba volviendo loco viendo a su padre masturbarse mientras le comía la polla. Julio gemía, retorciéndose de placer. Le pedí que siguiera hablando. -Siento papá el inmenso placer de que te estén haciendo una mamada y saber que no me voy a correr pronto. Mis huevos están preparando más semen para que te lo tragues después, que sé que te gusta el sabor, y esta vez no te voy a avisar. Es estupendo que te coman la polla y gozar de una lengua sabiendo que no te vas a correr inmediatamente. -Te lo mereces. Ahora vas a saber qué es una larga mamada sin prisa por correrte. Me gustaría estar un día comiéndote la polla durante una hora. -Esta vez no voy a ser un eyaculador precoz, papá, gracias a la paja que me has hecho antes. Pero no creo que nunca llegue a una hora, jeje, no contigo que la chupas tan bien, papá. A ver si un día llego al menos a media hora. -Bueno, tú disfruta sabiendo que papá te va a chupar la polla tres veces cada día. - ¿Qué sientes tú, papá? -Nunca he tenido tanto placer con un coño, te lo aseguro. Y no creo que el resto de mi vida llegue a probar una polla tan sabrosa. Además es la polla de mi niño, que sé que se pone burro si ve que se la chupa su padre. Ya habían pasado veinte minutos y Julio seguía sin correrse. Qué placer estar enseñando a mi niño a no ser un eyaculador precoz y a disfrutar al fin de una mamada. Correrte pronto puede hacer que te sientas frustrado, pero él estaba aprendiendo a controlar su polla conmigo y yo estaba dispuesto a hacerle mil pajas previas a mis mamadas, pero que a partir de ahora disfrutara a menudo y estuviera siempre cachondo. Los minutos pasaban y no se corría. Me daba las gracias cada dos por tres y se excitaba viendo cómo papá se masturbaba. Yo tampoco me corría y me propuse no correrme hasta que notara su rico semen por sorpresa en mi boca. Pero al fin llegó el momento, había durado 31 minutos exactos, pues había mirado el reloj y lo miré ahora de nuevo. Sí, desde las 2:14 a las 2:45. Al tragarme de nuevo su rico semen, me volvía a correr delante de mi niño, al que ya le encantaba verme corriéndome y no se sentiría bien si yo no me corría también. -Gracias, papá. Joder cómo te quiero. Ahora sí que he aprendido a controlar mi polla papá. Ahora escúchame: sabiendo el inmenso placer que me quería dar mi padre hoy, esta mañana mientras me pajeaba en la facultad llegué a una conclusión. Dejarte que te masturbes mientras me das placer en la polla no es suficiente. No puedo ser tan egoísta y tengo que hacer más, al menos algo con lo que sé que me voy a sentir bien. Papá, ¿quieres entrar en mi cuarto hoy también como hiciste ayer? -Sí, Julio, y si quieres te hago otra paja. -De eso te quería hablar. Verás papá, yo vivo ya prácticamente en pelota y voy a seguir en pelota. Pero quiero que tú lo hagas también. Quiero verte desnudo papá. Quiero que te quites ahora toda la ropa y que a partir de ahora te acostumbres a estar desnudo delante de mi cada vez que te salga de los cojones, papá. Vivir en pelota es un auténtico placer y tú lo vas a tener también. Quítate la ropa, papá y te vienes ahora a mi cuarto totalmente desnudo. -Joder Julio, ¿no te vas a sentir incómodo viendo a tu padre desnudo y tal como estoy ahora, totalmente empalmado? -Ya estoy acostumbrado a verte la polla dura, papá. Y así quiero seguir viéndote. Vamos, quítate la ropa. Tímidamente me fui desnudando delante de Julio y mientras más desnudo me veía, más alababa mi cuerpo, diciéndome sin pudor que yo tenía un cuerpazo y que él se ponía cachondo viéndome en pelota. -Y supongo que ahora en mi cuarto querrás masturbarme otra vez. -Por supuesto Julio. -Entonces vas a hacer lo que yo te diga o no vas a entrar en mi cuarto hoy. -Dime, mi niño. - ¿Prefieres ver mamadas o tíos follando? -Lo que tú quieras ver. -Primero escogeré mamadas. Y escúchame bien, papá: primero nos vamos a besar a fondo y a meternos mano todo lo que queramos, mutuamente, yo a ti también, papá, y no temas estoy deseando tocarte todo --Y mientras me decía eso empezó sin pudor a tocarme la polla. -Y después papá, te voy a hacer una paja, sólo yo a ti ahora. Cuando te corres pondré algún video de tíos follando y como sé que me quieres masturbar ahora puedes hacerlo, pero será una paja mutua papá, tú me masturbas a mí y yo a ti hasta que te corras de nuevo en mi habitación. ¿Estás de acuerdo, papá? -No me queda otra, Julio. Está bien, diviértete conmigo, pero siempre que tengas claro que te estás divirtiendo. -Vamos a mi cuarto entonces, papá. Y al fin los dos totalmente en bolas y totalmente erectos entramos al cuarto de Julio. Yo le iba a permitir todos los placeres que quisiera tener. Nos sentamos como ayer y encendió el ordenador. Qué miedo tenía. Sólo esperaba que de verdad disfrutara ahora también.