Date: Wed, 18 Oct 2023 06:33:46 +0000 From: Javi MAP Subject: Pensando con la polla. chapter 1 Javimap javi_map90@hotmail.com PENSANDO CON LA POLLA Mientras Jon sentía la mirada del hombre en él, una voz interna de macho alfa comenzó a resonar en su mente, profunda y cargada de lujuria: "Joder, tío. ¿Te has pillado haciéndote una paja en público? ¡Qué cojones te pasa! Pero... mierda, es jodidamente excitante. ¿Y ese tío de enfrente? Parece que le gusta lo que ve. Tal vez también sea un adicto a las pajas como tú. ¿Te imaginas a ese cabrón tocándose también? Mmm... esa sería una imagen para recordar." Jon podía sentir la intensidad de su deseo creciendo, alimentado por esa voz interna dominante y lasciva. "Quizás deberías darle un buen espectáculo. A ver quién es el verdadero alfa aquí. Siente cómo te crece, cómo te late. Eres un jodido semental, y lo sabes. A lo mejor, si le das suficiente material, ese tío también se anima a sacar su polla. ¿Te imaginas? Dos machos alfa, midiendo sus herramientas en un duelo de pajas. ¡Joder, eso sería épico!" La voz en su cabeza continuaba, cada palabra enviando oleadas de excitación a través de su cuerpo. "Sigue tocándote, pero despacio. No quieras terminar demasiado pronto. Hazlo durar. Y no olvides mirar a ese tío de vez en cuando. Dale una sonrisa traviesa. Hazle saber que estás en control, que eres el rey de las pajas y que nadie puede superarte." La combinación de la situación, la mirada del hombre de enfrente, y esa voz interna de macho alfa hicieron que la experiencia de Jon fuera aún más intensa, llevándolo a límites que nunca había imaginado. Jon, sin poder contenerse más, sacó su polla dura y palpitante, brillando por el precum. En su mente, la voz dominante y lujuriosa retumbaba con más fuerza que nunca: "Mira eso, joder. Mira esa polla. Eres un puto semental, y lo sabes. Esa polla está hecha para dar placer, y ahora es el momento de demostrarlo. ¿Ese tío del asiento de enfrente? Que se joda. Que mire y aprenda cómo un verdadero macho se da placer." Con cada movimiento, Jon sentía su excitación crecer, y la voz en su mente lo animaba a seguir adelante: "Joder, sí. Siente cada centímetro de tu polla, cada vena, cada pulso. Mírala deslizarse entre tus manos, cubierta de ese precum viscoso y caliente. Puedes oír el sonido húmedo de tu mano moviéndose de arriba abajo, sintiendo cómo te crece y se endurece aún más. Eres un puto dios del placer." La voz continuó, cada palabra alimentando su deseo: "Aprieta un poco más. Sí, justo así. Siente cómo tu polla responde a cada caricia, a cada movimiento. Y ese precum... joder, nunca has estado tan mojado. ¿Te imaginas lo que pensarían los demás si supieran lo que estás haciendo? Pero eso es lo que te pone, ¿verdad? Ser descubierto, ser observado. Eres un exhibicionista cachondo y lo sabes." Jon no podía negarlo; la voz tenía razón. Se sentía poderoso, dominante, en control. Estaba en trance, completamente absorto en la sensación, en la experiencia, en el puro placer de la situación. "Hazlo durar. No corras todavía. Disfruta de cada segundo, de cada sensación. Eres un puto rey, y esta es tu corona. Dale a esa polla el trato que se merece. Siente cómo te late, cómo te pide más. ¡Dale lo que quiere!" La combinación de la voz interna, el entorno y la situación hacían que Jon se sintiera invencible, como si pudiera conquistar el mundo con solo su polla y su mano. Unos días después, Jon, impulsado por el recuerdo del encuentro en el tren, decidió explorar un lugar de cruising conocido en la ciudad. Era un área apartada, donde varios vehículos se encontraban estacionados, cada uno con su propio secreto en su interior. A medida que se acercaba, notó un coche en particular que le llamó la atención. En su interior, un hombre parecía moverse con un ritmo constante pero sutil. Jon, con su agudo instinto, dedujo rápidamente lo que estaba pasando dentro de ese vehículo. Su mente comenzó a jugar, y una voz interna cargada de lujuria empezó a hablarle: "Joder, tío. Ese cabrón está disfrutando de una buena paja. Míralo, ahí, en su coche, pensando que nadie lo ve. Pero tú lo ves. Y lo más importante, te está poniendo cachondo." Jon aparcó cerca, asegurándose de tener una vista clara del vehículo. Sin perder tiempo, comenzó a tocarse, sintiendo cómo su polla reaccionaba al espectáculo del hombre en el coche cercano. "Mira cómo se mueve. Puedes imaginarlo, ¿verdad? Su mano moviéndose de arriba a abajo, apretando, acariciando. Y tú aquí, observando, siendo parte de este juego secreto." La voz continuó, intensificando el deseo de Jon: "Siente tu polla, cómo late, cómo pide más. Siente ese precum, cálido y pegajoso, lubricando cada movimiento. Eres un puto semental, y lo sabes. Y ese tío... seguro que le gustaría ver cómo un verdadero macho se da placer." La idea de ser observado, de formar parte de este juego secreto, hizo que Jon se sintiera aún más excitado. Sus movimientos se volvieron más audaces, y su respiración más profunda. "Imagina que te descubre. Imagina su cara cuando ve lo que estás haciendo. ¿Se unirá a ti? ¿Os daréis placer mutuamente? ¡Joder, eso sería increíble!" El pensamiento de un encuentro más íntimo, de compartir ese momento con el desconocido, llevó a Jon al borde del clímax. Con un último pensamiento dominante, la voz en su mente lo empujó: "¡Hazlo! ¡Corre! ¡Demuestra que eres el rey de las pajas! ¡Haz que ese cabrón se dé cuenta de lo que se está perdiendo!" Mientras Jon se perdía en el ritmo de su propia excitación, su mente comenzó a jugar con la idea de que el hombre del coche de al lado supiera lo que estaba haciendo. La voz interna de Jon, más profunda y provocativa que nunca, resonó en su mente: "Ese tío está ahí, tocándose, creyendo que está solo en esto. Pero tú estás aquí, dándole un espectáculo sin que él lo sepa... todavía. ¿Por qué no hacerlo más interesante? Haz que se dé cuenta. Haz que vea lo que estás haciendo. Quieres que lo vea, ¿verdad? Quieres que sepa que no está solo en esto. Que hay otro macho alfa aquí, disfrutando tanto o más que él." Jon, impulsado por ese pensamiento y su voz interna, ajustó su posición en el coche para que el otro hombre pudiera tener una mejor vista de él. Encendió la luz interior de su coche, haciendo que su figura fuera más visible. Su mano se movía deliberadamente sobre su erección, haciendo que el movimiento fuera obvio para cualquiera que mirara. "Mira, mira. Quiero que veas lo que estoy haciendo. Quiero que sepas que soy tan cachondo y audaz como tú. Siente la emoción, el riesgo. Esto es lo que te pone, ¿verdad? Ser observado, saber que alguien más está viendo cómo te das placer." El hombre del otro coche finalmente pareció darse cuenta de lo que Jon estaba haciendo. Sus movimientos se detuvieron por un momento, claramente sorprendido, pero luego, lentamente, retomó el ritmo, sus ojos fijos en Jon. "Eso es, tío. Mírame. Mira cómo me toco, cómo me corro. Somos dos machos, dos sementales, dándonos placer en un juego compartido. Este es nuestro momento, nuestro secreto. Y ambos lo estamos disfrutando al máximo." La conexión entre Jon y el hombre del otro coche era eléctrica. Ambos sabían lo que estaban haciendo, ambos disfrutaban del juego de ser vistos y de ver. El aire estaba cargado de tensión sexual y de un entendimiento tácito entre los dos. Mientras Jon y el desconocido continuaban su juego cargado de tensión, la voz interna de Jon, ronca y desenfrenada, no dejaba de hablarle: "Joder, tío, esto es increíble. Mira cómo se mueve. Puedes verlo, ¿verdad? Ese ritmo, ese movimiento sutil pero constante en su coche. Ese cabrón está disfrutando tanto como tú. Ambos sois dos sementales, dos machos alfa en celo, dándose placer en un parking oscuro, compartiendo un momento tan íntimo sin siquiera conocerse." El aire entre ellos estaba cargado de energía sexual. La atmósfera se volvía más densa y la tensión entre los dos coches crecía con cada segundo. "Mira cómo te mira, cómo sigue tus movimientos. Ese tío quiere más, lo sabes. Quiere verte, quiere sentirte, quiere que sepas lo cachondo que está. Y tú también lo quieres, ¿verdad? Quieres que se acerque, que vea de cerca lo que estás haciendo. Que sienta tu calor, tu pasión." Justo cuando Jon pensaba que no podía estar más excitado, el desconocido apagó su coche, abrió la puerta y salió. Aunque había guardado su polla, el contorno de su erección era evidente bajo el tejido del pantalón, marcándose claramente y dejando poco a la imaginación. Jon sintió su corazón latir con fuerza, la anticipación y el deseo lo consumían. El desconocido caminó lentamente hacia el coche de Jon, su mirada fija en él, cargada de lujuria y deseo. Cada paso que daba hacía que el corazón de Jon latiera más rápido, y la voz interna no dejaba de animarle: "¡Joder! Míralo, caminando hacia ti con esa confianza, esa seguridad. Ese cabrón sabe lo que quiere, y tú también. Quiere ver de cerca tu polla, quiere compartir ese momento contigo. Y tú, macho alfa, no vas a decepcionarlo. Dale un buen espectáculo, haz que valga la pena." El desconocido finalmente llegó a la ventanilla de Jon y se inclinó, su cara a pocos centímetros de la de Jon. Sus ojos se encontraron, y Jon pudo ver la pura lujuria en los del desconocido. Sin decir una palabra, el desconocido dejó que su mirada se desviara hacia el regazo de Jon, observando la mano de Jon moverse sobre su polla. La voz interna de Jon rugió con aprobación: "Eso es, tío. Míralo bien. Muestra ese trozo de carne, esa polla gorda y dura. Haz que se dé cuenta de lo que se está perdiendo. Haz que desee unirse a ti, tocarte, sentirte. Este es tu momento, macho. ¡Aprovecha!" El encuentro entre Jon y el desconocido se estaba convirtiendo en algo más intenso y eléctrico de lo que Jon jamás había experimentado. El desconocido, todavía inclinado hacia la ventanilla del coche, finalmente rompió el intenso silencio entre ellos. "¿Te importaría si te echo una mano?", preguntó con una sonrisa traviesa, su voz ronca con deseo. La voz interna de Jon, la de ese macho alfa cachondo, resonó en su mente: "Joder, sí. Deja que ese cabrón te toque. Deja que sienta tu polla, tu calor, tu precum. Deja que vea lo duro y cachondo que estás." Con un asentimiento, Jon respondió: "Adelante, tío", mientras abría un poco más la ventana, invitando al desconocido a entrar en su espacio personal. El hombre no perdió tiempo. Deslizó su mano por la ventana y agarró con firmeza la polla de Jon, empezando a mover su mano arriba y abajo con un ritmo constante. Jon sintió cómo la mano del desconocido se calentaba con el contacto, el tacto era diferente, más áspero y al mismo tiempo suave, cada caricia le hacía gemir de placer. "¡Joder, sí! Siente esa mano, cómo te toca, cómo te aprieta. Mira cómo recoge tu precum, cómo lo usa para lubricar cada movimiento. Ese tío sabe lo que hace, y tú lo estás disfrutando al máximo." La voz interna de Jon lo animaba a dejarse llevar por la situación, a disfrutar de cada segundo. A medida que la mano del desconocido se movía, Jon podía sentir cómo se acumulaba el precum, cómo goteaba, lubricando aún más la mano del hombre. La sensación era increíble, diferente a cualquier otra cosa que hubiera sentido antes. La mezcla de lo prohibido, lo desconocido y lo excitante lo llevaba al borde del clímax. "Mira cómo te pajea, cómo frota tu polla, cómo recoge tu precum con sus dedos y lo esparce por toda tu longitud. Siente cómo se acumula, cómo gotea. Eres un puto semental, y lo sabes. Deja que ese tío te saque todo lo que tienes." Los gemidos de Jon se volvieron más fuertes, más intensos, cada vez que la mano del desconocido se movía sobre él. La voz en su mente lo empujaba más y más al borde, animándolo a dejarse llevar, a disfrutar de la experiencia al máximo. Finalmente, con un gemido gutural, Jon llegó al clímax, liberando todo su placer y tensión acumulados. La mano del desconocido no dejó de moverse hasta que Jon estuvo completamente satisfecho. Con una sonrisa de satisfacción, el desconocido retiró su mano, limpiándola con un pañuelo. "Ha sido un placer", dijo con una sonrisa, antes de regresar a su propio coche y dejar a Jon con sus pensamientos y sensaciones. La voz interna de Jon, todavía cargada de lujuria y satisfacción, resonó una vez más: "Joder, tío. Eso ha sido increíble. Eres un puto rey, y lo sabes. No hay nada como el placer compartido con un desconocido en un lugar oscuro y secreto." Espero que hayas disfrutado esta historia. Si te ha gustado la historia y te gustaría que continuara esta u otras historias hazmelo saber escribiendome a: javi_map90@hotmail.com Javimap