Date: Sat, 14 Jun 2014 12:26:21 +0000 From: alfredo garcia Subject: Damian, o el amor a primera vista, Non-English Damian, o el amor a primera vista. Por Alfredo García Recuerda que Nifty necesita de tus donaciones para poder proporcionar estas estos hermosos relatos. http://donate.nifty.org/donate/html Desde el primer día que su hijo llevo a Damián a su casa supo que su vida ya no volvería a ser la misma. Completamente deslumbrado por su belleza, su mirada y la sonrisa con la que le saludo le dejaron en estado de shock. Era una tarde de principios de verano y él leía bajo el porche cerca de la piscina. Los chicos se fueron a cambiar para darse un baño, y el quedo aturdido sin poder continuar leyendo, intentando comprender aquellas nuevas sensaciones que la sonrisa del muchacho acababan de provocarle. Cuando volvieron, ya en bañador, quedo hipnotizado por el cuerpo perfecto del chico, y cuando fue capaz de levantar la vista, se encontró de nuevo con su mirada, y entonces sintió que el chico si que comprendía lo que le ocurría. Sintió vergüenza y volvió la vista hacia las hojas del libro, al tiempo que noto como comenzaba una erección en su pene. No comprendía como era posible que sintiera aquello, a su edad y nada menos que por un chico, por un adolescente. Enseguida llegaron dos amigas de su hija, contempló sus cuerpos semidesnudos, intentando comparar y comprender, eran hermosos y sin embargo no despertaban las mismas sensaciones. Volvió la mirada hacia Damián que ahora salía de la piscina y le miraba, y que parecía que traspasaba su mente y leía todos sus pensamientos, la sonrisa tranquilizadora que le dirigió no fue suficiente para calmar el torbellino de sensaciones que le envolvían. Espero un momento hasta que bajo su erección y se fue hacia el interior de la casa. Su mujer le metió prisa para que se vistiera, habían quedado para salir con un matrimonio amigo. Durante el resto de la tarde estuvo como sonámbulo, no se podía quitar de encima la imagen del cuerpo de Damián, su sonrisa y sobre todo su mirada ante la que se había sentido tan desnudo. Su mujer le pregunto que le pasaba, que le encontraba un poco ausente. Se sentía confuso pero contento, bebió bastante durante la cena, y en la sobremesa salió el tema de un amigo común que se había separado de su mujer para vivir con una amiga de una de sus hijas. De alguna manera se sintió identificado con él, y lo defendió, haciendo una apasionada defensa del amor, y de su loca e irresistible fuerza, que en su opinión era lo más valioso que podía ofrecer la vida. Sus amigos y especialmente su mujer lo miraban asombrados. Bebió demasiado, el coche de vuelta a casa lo tuvo que llevar su mujer. Durante la noche soñó con Damián, toda la familia hacia la sobremesa de la cena en el jardín, el y Damián estaban sentados juntos en el gran columpio mecedora. Damián le acariciaba la mejilla con una mano, mientras besaba suavemente sus labios y con la otra mano lo masturbaba lentamente a través del pantalón y todo ocurría a la vista de toda la familia. Se despertó sobresaltado envuelto en sudor. Su mujer estaba despierta y acariciaba su pecho. Le pregunto en que soñaba, rozando con su dedo su sexo duro. Le contó el sueño, poniéndola a ella en lugar de Damián. Hicieron el amor, y en su imaginación ella era ahora Damián. Al día siguiente tenían proyectado una visita a un enorme parque de atracciones que acababan de inaugurar en una ciudad próxima, a la vuelta después de comer pararían en el campo a hacer un recorrido por un hermoso desfiladero que seguía el curso de un rió. Su hijo había invitado a Damián, el cual se acomodo en la parte trasera del coche entre sus dos hijos. Cada vez que miraba por el espejo retrovisor se encontraba con su mirada. Su mujer bromeaba con Damián, asegurando que con lo guapo que era seguro que había un montón de chicas coladas por el. Damián le sonreía a través del espejo. Le devolvió la sonrisa ya con más confianza. Se sentía celoso de todas las personas a las que Damián había sonreído como le sonreía a el, preguntándose que sentiría Damián por el. Entonces no sabía que Damián estaba viviendo una situación parecida a la suya. También el se había sentido fascinado por el padre de su amigo, le había cautivado su mirada profunda y un poco triste. Su intuición le había dicho lo que aquel hombre que podría ser su padre sentía por el, se sentía muy halagado, y el sentía una atracción simétrica, no se lo podía explicar muy bien, pero aquella mañana se sentía inmensamente feliz, y dispuesto a compartir su felicidad con aquel hombre con el cual solo había intercambiado miradas y algunas frases convencionales. En el parque de atracciones comenzaron a flirtear el uno con el otro. Intercambiando numerosas señales que solo ellos veían, y que solo ellos podían interpretar. La caricia del bello de dos brazos desnudos que se rozan. Un brazo que rodea una cintura al pasar por un paso estrecho, una mano buscado el apoyo de una rodilla, un cuerpo rozando al otro durante la espera de una cola. Las manos juntas bajando por una montaña rusa. Un beso robado en la barca del lago, un abrazo explicito y un beso apasionado en la mansión del terror. El pene de ambos semierecto todo el tiempo, y que apenas eran capaces de controlar. Manos tocando, acariciando y calibrando todo lo que podían, aprovechando cada rincón solitario, o cada posición aparentemente casual a lo largo de toda la visita. Curiosamente nadie de la familia parecía darse cuenta de los apasionados contactos eróticos que estaban teniendo lugar justamente delante de ellos. Como en un juego se buscaban los contactos cada vez más explícitos y audaces. Antes de salir del parque intercambiaron una apasionado beso en el baño, que por muy poco no fue descubierto por el hijo que en aquel momento entraba también en el baño. Comieron antes de comenzar el recorrido por el desfiladero. Los dos amantes se adelantaron al grupo durante el paseo, pero cuando el grupo llego al final ellos no estaban, tardaron casi una hora en llegar. Según dijeron se habían perdido, alguien pregunto si Damián se había caído al agua, pues el pantalón estaba mojado por detrás, si lo hubiera tocado u olido se habría dado cuenta de que no era precisamente agua lo que provocaba la humedad, sino el semen que goteaba de su ano, después de que el padre de familia se corriese dentro de su cuerpo dos veces seguidas. Una hora mas tarde un excursionista despistado resbalo al pisar un charquito blanco cuyo responsable sin duda era Damián. Una cantidad parecida del mismo liquido estaba ahora en el estomago del padre de familia. Si deseas que el chico vuelva por la obra escribe me, necesito ese estimulo para seguir escribiendo: alfredo247@hotmail.com Puedes encontrar más relatos míos en: http//www.nifty.org/nifty/frauthors.html Alfredo García