Date: Fri, 5 Feb 2010 01:49:04 +0100 From: Gladis Mcmillan Subject: Travesuras - Capítulo 2: El test Esta historia es ficción (no está basada en hechos reales) e incluye menores manteniendo relaciones sexuales. Si no te interesa este tipo de temas o crees que no puedes soportar el leerlo, sería recomendable que abandonases esta página lo antes posible. Por otro lado, el autor manifiesta su desinterés por estos hechos en caso de que sucediesen en la realidad. La fantasía, cuanto más irreal mejor. Cualquier sugerencia será siempre bienvenida (gladmc@gmail.com) - Travesuras - Capítulo 2: El test. Los dias iban pasando y la relacion entre Marcos y Nico se iba distanciando. Todos aquellos sueños, tan vividos en su mente, hacian que no pudieran ni mirarse el uno al otro. Los inseparables ahora se rehuian, y solo se encontraban en el castigo despues de clases. Viendo el exito que su terapia estaba teniendo, el Dr. Litztain decidio pasar a la siguiente fase. Ambos chicos, volvian a casa cansados despues de las dos horas de sermon. - Saludos cordiales padre. Que tal le fue el dia? Nico se quedo perplejo. Habia sido su voz la que acababa de hablar? Estaba hablando a su padre de usted?? - Muy bien Nico. Veo que las enseñanzas del doctor estan yendote de maravilla! - Si, padre. Por cierto, padre, el doctor me ha pedido que le entregue este paquete. Fabio cogio el paquete que saco su hijo de la mochila. Al abrirlo encontro un CD y una carta dirigida a "los señores padres de Nico". "Estimados señores padres de Nico, En este paquete que les he hecho llegar les adjunto un CD. Con tal de facilitar la concentracion de su hijo en el aula, deberan de tenerlo en marcha en el interior de su casa un minimo de una hora diaria. Gracias por su colaboracion. Atentamente, Dr. Litztain" El papa de Nico puso entonces el CD en la platina. Extraños sonidos, como canticos invertidos salian de los altavoces. Resultaba un poco molesto para los oidos, pero nada era demasiado si estaba en juego la educacion de su hijo. Pero habia pasado ya mas de una hora. Fabio llevaba rato sentado en el sofa del comedor, absorto en sus pensamiento, mientras que su hijo jugaba a la videoconsola en el piso de arriba. Y a esto que llego el hijo menor de la familia Stranza, el pequeño Romeo, que volvia de clase. Su mochila era casi tan grande como el, un chico de 9 años que todavia le quedaba para crecer. - Papii! Ya estoy en casa! Que hay para merendar? Pero su padre no respondia, asi que, pensando que se trataba de algun tipo de juego, se acerco para zarandearle. - Papi? Papiiii! Que gracioso estas hoy jiji Como salido de un trance, su padre por fin dio señales de vida. - Oh. Perdona hijo mio, tu padre se habia quedado soñando despierto. Como ha ido la escuela? - Muy bien papi! He sacado un 85 en el examen de Ciencias Naturales! Estas contento? - Mucho, hijo. Y le dio un abrazo bien fuerte como señal de aprovacion. Al pequeño Romeo le gustaba cuando su padre hacia estas cosas. Era un niño muy cariñoso que siempre buscaba la aprobacion de su padre, que para el era lo mas grande en el mundo. El abrazo continuo. Fabio sentia el aroma de los castaños cabellos de su hijo. Eran tan suaves como los de su esposa. Su cuerpecito se perdia entre los grandes brazos de Fabio, que sin saber como, empezaron a manosear el trasero de su chico. Cuando se dio cuenta, Romeo se incomodo y protesto caprichosamente. Su padre se aparto rapidamente, totalmente rojo y avergonzado de lo que acababa de ocurrir. - Perdona hijo mio. No se que diantres debia de estar pasando por mi cabeza. Para pasar el mal trago, penso que quizas deberia de hablar un rato. - Y bien? De que era el examen? - De Anatomia. El cuerpo humano de los pies a la cabeza. - Oh! Muy bien hijo! Algo hizo click en su mente. Una sensacion desconocida se apoderaba de el. - Y asi que has sacado un 85? - Si! Estas orgulloso papi? - Si, mucho, pero me gustaria saber donde quedaron esos 15 puntos que te faltaron. - Pues.... - Hagamos una cosa, por que no hacemos un pequeño test ahora? - Ahora? - Si, no te preocupes, sera divertido! - Muy bien papi! Estoy preparado! Romeo no se esperaba lo que vino a continuacion. Su padre le quito la camiseta a rayas y antes de que se pudiera dar cuenta, sus shorts estaban tambien en el suelo. Ahora permanecia en ropa interior, confundido por la repentina situacion y lo que le parecio una mirada extraña en los verdes ojos de su padre. - No te preocupes, Papi te ha visto desnudo muchas veces, verdad Romeo? - Si... Pero... Es solo que no pense que... - No te preocupes. Empecemos pues! Dime, como se llama esta parte del cuerpo que te estoy tocando? - Esta? eso es facil! Es el hombro!! - Muy bien hijo! Un beso de recompensa! Y su padre le dio un pequeño beso en la mejilla. Romeo rio un poquito por las cosquillas de la barba de su padre. - Ahora dime, como se llama esta otra parte? - Jeje, me haces cosquillas papi! Esto es... El abdomen, no? - Que listo es mi pequeño! Otro beso para el ganador! Otra vez la barba volvia a hacer sonreir al pequeño, que nos e dio cuenta que el beso habia sido esta vez mas cercano a sus rojos labios. - Ahora dime... Que parte del cuerpo es esta, Romeo? - Auhn...! - Que pasa hijo? - No deberias de..... - No te preocupes y responde, dime, como se llama esta pequeña parte que papa tiene agarrada en su mano..? - Es... Es.... Mi pilila, papi. Romeo estaba completamente rojo. Si, era cierto que habia estado en ropa interior delante de su apdre en repetidas ocasiones, pero nunca antes le habia tocado nadie.. Ahi. No se habia dado cuenta, pero todo ese rato, desde que habia entrado por la puerta, el reproductor de CDs habia estado en funcionamiento. Fue entonces cuando con los suaves pellizcos de su padre en su pequeña juventud hicieron que esta despertase y empezase a temblar. - Uhm.. Papi.. Para...! Algo no va bien alla abajo... - No te preocupes, hijo. Todo esta bien. Tu deja que papa haga su trabajo. Eres tan bello. - Ah... Ah... Papi.. Pero.... Sus pequeñas manos hacian fuerza para separarse de su padre, pero el agarre de este era demasiado fuerte para que el pudiera deshacerse. - Deja que papi te de su beso de recompensa. Y ante la sorpresa de su hijo, Fabio planto sus labios encima de los de su pequeño Romeo. Que ahora sentia el calor, las pequeñas cosquillas y la lengua de su padre jugueteando en su interior. Que estaba pasando?? Sin dejar a un lado el apasionado beso, las manos del hombre cobraron vida propia y exploraron el cuerpo entero de su pequeño. La suave espalda, el respingon trasero, su aun por desarrollar torso, los pequeños pezones.... Romeo gemia a cada contacto con las grandes manos de su padre. Pero al igual que este, pese que sentia que eso estaba mal, muy mal, no podia evitar sentir el placer que le recorria de arriba abajo. - Hijo, eres bellisimo. No se que me esta pasando pero no me puedo parar. Te quiero entero, te quiero explorar de arriba a bajo... - Papi..! Ah...! No se...! Esto esta.. Ah! Mal....! Las palabras de su pequeño retumbaban en su mente, un sentimiento de gran culpa le asediaba, pero una fuerza mayor dominaba sus acciones, y el gusto que sentia al tocar la suave piel de su hijo superaba cualquier tipo de oposicion. Sin mucha delicadeza, bajo los calzoncillos de su hijo. Su pequeña "pilila", como el chico la llamaba, apuntaba brillante hacia el techo. - Caramba! Que tenemos aqui...! - Esta bien papa...? Mi pilila se ha hehco un poco mas grande. - No te preocupes hijo, eso es normal. Su padre le dio media vuelta. La voragime que le atacaba le pedia verle el trasero tambien. Y alli estaba, redondo, pequeño, aparentemento suave y delicado. Su mano derecha se acerco temblorosa y alcanzo a tocar esa perfeccion de la naturaleza. Estaba tan cachondo que uso la izquierda para alcanzar el pene de su hijo, que reacciono immediatamente con un leve suspiro. Exploro los recovecos de ese trasero tan bello, mientras con dos dedos estimulaba el miembro del pequeño Romeo. - Te gusta hijo? - Si... Papi... Si! Se siente muy.. bien..! Nunca habia hecho nada por el estilo y, nin mucho menos imaginado que lo haria con su propio hijo! El pequeño de la casa, su ojito derecho! Pero ahi estaba, mas excitado que nunca, disfrutando y gozando de aquel cuerpecito. Sin saber muy bien que estaba haciendo, la mano que masajeaba las nalgas de Romeo encontraron el agujero del ano de este. Su pequeña cereza inexplorada sintio al fin algo humedo que la estimulaba. Era la lengua de su padre, que disfrutaba de la calidez y de los movimientos de excitacion de su chico. - Ah Ah Ah! Papi! Aaah! La lengua conseguia cada vez introducirse mas adentro. No sabia por que, pero le parecio que era momento de introducir algo mas largo, un dedo quizas? Separo la lengua y la uso para lamerse el indice. Antes de que su pequeño pudiera protestar, ya tenia el agujero lleno de nuevo. Era una sensacion muy agradable al tacto. La nueva sonda fue demasiado para el. Ya no sabia ni lo que sentia. Lo que si que tenia claro es que su cuerpo se movia con voluntad propia, y la fiebre que le recorria su cabecita se extendia cuerpo abajo hasta su "pilila". ...Tres, ...Dos, ...Uno, Dio el gemido mas potente hasta entonces y sintio como un liquido transparente salia a borbotones de su pequeño miembro. Su padre al darse cuenta dejo todo lo que estaba haciendo y lo abrazo lo mas fuerte que pudo. Romeo se sentia querido a la vez que extenuado. No podia casi ni moverse de todo el esfuerzo. Y de pronto una cosa rigida y dura, como un palo de azucar de Navidad, frotaba el culo del chico, arriba y abajo, arriba y abajo. - Papi, que... Que es eso? - No te preocupes hijo, Papi te esta demostrando todo su amor. Fabio no mentia. Queria realmente mucho a su hijo. Y en ese momento, rebotaba en su mente la idea que la mejor forma de demostrandoselo era haciendole participe de sus actos sexuales. Y aqneu el pequeño ya habia conseguido la que quizas era su primera eyaculacion seca, su pene y sus pelotas todavia rugian por liberar toda su carga. - Te quiero hijo, te quiero mucho mucho.... - Yo tambien te quiero Papi - Ah... Ah.... AH....! La suave piel de su pequeño sacaba lo mas salvaje de el. Pronto las sacudidas eran mas intensas y tenia que sujetar aquel cuerpecito con mas fuerza. Sentia como cada vez estaba mñas cerca del extasis. La punta de su pene ardia como un clavo ardiente y daba una pequeña sensacion de discomfort al chico que, aunque no sabia bien bien que estaba pasando, aguanto la situacion por miedo a que su padre le dejase de querer. - Uhn..! Ah...! Y un sonoro gemido llego hasta la habitacion donde jugaba Nico, mezclado entre sonidos de disparos de su videojuego. Abajo, la espalda de Romeo estaba cubierta de una substancia pegajosa. Se sentia caliente al tacto, aunque poco duro porque el gran apetito de su padre acabo con ella en pocos segundos. Este volvio a darle la vuelta a su hijo. El rastro de algunas lagrimas secas se entreveia en aquella carita de angel castaño que habia en frente suyo. Sabia que lo que habia hehco estaba mal. Una parte de el se arrepentia, pero otra estaba satisfecho de haber podido por fin demostrar de una manera totalmente sincera y abierta el gran amor que procesaba por su chico. Un amor que jamas hubiera imaginado que pudiese llegar a esos limites hasta ese dia tan extraño. Tras un beso casto a su pequeño querubin y con una sonrisa, los dos subieron al piso de arriba para limpiarse los restos en la ducha. Nico se asomo para ver que pasaba, pero solo se extraño que su padre y su hermanito entrasenya desnudos en el cuarto de baño. Seria mentir decir que Fabio no estuvo tentado a repetir la experiencia en la ducha. Su apetito sexual era de alguna manera insaciable. Pero las voces que antes retumbaban en su cabeza sonaban algo mas flojas, y el dibujo de lo que acababa de hacer amenazaba con destrozarle esa immensa felicidad que en esos momentos le poseia. Asi que una vez limpios y vestidos, bajaron a preparar la cena. Aquella noche, la señora Stranza no consiguio excitar a su atractivo marido ni con la mejor de sus lencerias de encaje y, totalmente contrariada y extrañada, no tuvo mas remedio que acostarse y esperar no encontrar los cabellos o el perfume de otra entre las ropas de su pareja.