Los derechos de este cuento son reservados al autor bajo la ley de "copyright." Puedes bajarlo para su uso personal pero no para vender ni hacer ganancia. La serie es homoerotico con descripciones detalladas de sexo entro hombres adultos incluyendo dominación, cautiverio y sadomasoquismo. Si no quieres exponerte a estas fantasias salga de esta página ahora mismo. Si eres menor de edad o si esta material sea ilegal en tu país favor de salir. Si no tienes 18 años ¡salga inmediatamente!



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Gérson, no podía creer cuanto dolía. Cuando Daniel terminó su castigo, puso un unguento sobre sus nalgas y los muslos afectados. Luego llevaba a Gérson a su celda. Y lo puzo una esposa a su muñeca al catre. "¡Descansa! Regreso ahorita." dijo Daniel con cariño.



El Programa de Rehabilitación de Daniel

por Deepdiver

Capítulo Dos



"Auuu!" gritó Gérson. "Deja, por favor, deja."



¨Hablaste de nueveo.¨ Daniel dijo, ¨eso significa tres veces más en cada nalga. Pero no te daré más que una en cada nalga si me dices después de cada una ´Gracias, amo.´¨ ¨Wap, la raqueta cayó sobre una nalguita y picaba mucho.



Gérson gritó, ¨auu¨. Wap, cayó otra vez la raqueta. Esta vez Gérson gritó, ¨Gracias, amo!¨



Daniel le desamarró, le preguntó si todavía tenía un dolor de la cabeza y le ofreció un par de aspirinas y lo encerró en la celda acoginada.



Más luego Daniel le preparaba un desayuno mientras vigiliaba su cautivo a través del circuito cerrado en la pantalla de su monitor. Esperaba que Gérson empezara manifestarse las síntomas de retiro de las drogas. Después de poner las muestras de heces y sangre en el buzón del correo en una caja prepagado, se bajó la escalera para servir su huesped el desayuno. Mientras abría la puerta de la celda acoginada, escuchó los gemidos de Gérson.



¨Por favor, necesito una dosis.¨ Gérson logró decir entre gemidos.



¨Lo siento, puedes olvidarse de eso. Aquello era parte de la vieja vida tuya. Ahora tienes que pasar eso dolores de parto para lograr la nueva vida tuya. Toma, intenta comer algo, necesitarás las fuerzas,¨ dijo Daniel.



Daniel se acercó a la catre de Gérson y le ayudó ponerse sentado. El cautivo tomó algunos cucharas de cerial frio, pero de repente brincó hacias una bandeja plastico y empezó a vomitar en ella. Daniel se acercó de nuevo, tomando tus hombros desnudos para apoyarlo y comfortarlo. Cuando cesaba los espasmos, Gérson miraba en los ojos de Daniel y dijo:



¨Por favor, me siento tan mal, por favor un poquito de coca.¨



¨Usaba la coca bastante tiempo para escapar tus sentimientos. Ahora tienes que aprender a bregar consigo solo.¨ insistió Daniel.



Gérson regresó a su catre, y asumió la posición del feto y siguia gemiendo y diciendo en voz baja...¨por favor, ayudarme, por favor,¨ y ponto cayó dormido.



Daniel tuvo miedo que Gérson podía deshydrarse y mientras dormia lo amarró a su catre y luego lo conectó a un suero con glucosa. Daniel estudiaba cada pulgada de su cuerpo mientras dormía. Comenzó a imaginarse jugando con su bezones del tamaño de una moneda de diez o de lamer miel dulce de su ombligo. Quería mucho jugar con los genitales del chico y sacarle su leche para saborearlo, pero tendrá que esperar hasta que Gérson esté mejor y capaz de responder y aprender a aceptar su vida nueva.



Durante los próximos días, Daniel pasaba una toalla sobre el cuerpo de Gérson. El tercer día fue el pero para Gérson y alternaba entre escalofrios y fiebres que le hacia sudar en cantidad. Varios veces, Daniel intentaba darle caldo de pollo o algo de ¨Ensure¨, pero Gérson no podía tomar alimentos por la boca. Por suerte, Daniel hizo arreglos con un client, o sea un doctor, para realizar el trabajo de laboritorio y para conseguir lo que necesitaba para ayudarle retirar de su dependencia sin sustitutos.



El día sexto, Gérson podía tomar algo de caldo y Daniel le quitó el suero. No ha levantado del catre que tuvo que urinar. Daniel lo desamarró y le ayudó andar hacia el cuarto de baño. Gérson se paraba frente del inoduro, esperando que Daniel salía o por lo menos mirar por el otro lado, pero Daniel se quedó mirándolo.



¨Dame un break, por favor, no puedo urinar contigo mirándome,¨ dijó Gérson gimiendo.



Daniel, se sonrió, miró dentro de los ojos de Gérson, notando que su personalidad estaba comenzando a manifestarse otra vez.



¨Pues, vamos a ducharte, y quizás después que esté limpio, estarás capaz de urinar sin incomodarse,¨decía Daniel trantando de estimularlo.



Mientras Daniel se le acercó, Gérson protestaba diciendo, Ëspera, parate, darme un segundo.¨ Y rapidamente, una chorro de agua bastante clara salió el punto de su pene. Gérson dio un germido bien fuerte de relajamiento mientras vaciaba su vaso. Entonces Daniel lo llevó a la ducha y comenzó a bañarlo. Primero lavó su cabello con shampoo. Entonces pasaba jabon liquido sobre su espalda y luego su pecho dejando sus dedos hacer circulos alrededor de sus lindas tetillas. Después de su pecho, Daniel moviá más abajo sobre su estomago y se disfrutaba de cual firme y bien formado lo tenía. Cuando empezó a lavar sus genitales, la pinga de Gérson empezó a crecer. Pero Daniel no hizo nada para estimularlo más. Se limitó a asegurar que era bien limpio después de tantas días sudándose. Mandando Gérson a girarse puzo jabon sobre sus nalgas redondas y firmes.



Gérson, todavía se incomodó a tener otra persona lavarlo especialmente sus partes privadas, pero otra parte de él estaba gozando las sensaciones que jamás había experimentado anteriormente. Quería protestar e insistir a lavarse a si mismo, pero había una atracción y algo que confortaba en sentir otro atender a sus necesidades personales con tanto esmero. Sus sentimientos contradictorias lo tenía confundido. Cuando Daniel empujó un dedo contra la entrada de su año, se tensó y estuvo a punto de brincar, pero antes que pudiera reaccionar, Daniel ya tenía un dedo dentro de su musculo esfinter y lo lavó su año completamente. Daniel terminó de lavarlo y lo secó con una toalla fresca. Gérson se sentía maravillosamente renovada, pero todavía confundido. Daniel lo dirigía al salon prinicpal del sotono y se sentó. Señalando el piso, indicó que Gérson debe ponerse de rodillas frente de él. Gérson, resistaba, pero sintiendo mucho miedo cuando vió Daniel doblarse su frente, se cayó sobre sus rodillas.



El Comienzo de La Vida Nueva de Gérson



Daniel decía, ¨sabes porque tu estás aquí, verdad¨?



¨No exactamente¨, Gérson contestaba con miedo.



Daniel continuaba, ¨Tu me pertences...¨



¨Pero...¨ Gérson interrupaba.



¨¡Callate! Y no te através interrumpirme otra vez. Como decía, ahora eres mi esclavo. Mal gastaste tu vida y la botó. Te rescaté de una muerte segura y ahora me debes tu vida¨, explicaba Daniel.



¨Oh, entiendo, pero puedo repagarte todo,¨ contestaba Gérson.



¨Si lo pagarás¨, Daniel continuaba, ¨pero no lo pagarás como pienzas. Recuerda lo que te pasó el día antes que te fue entregado a mi¨?



Gérson contestaba lentamente, ës como una pesadilla.....lo recuerdo, iba a los muelles para recoger un cargamento de droga que he pedido, pero cuando llegué, me obligaron a entrar dentro de un muelle abandonado. Lo recuerdo, que me hicieron sentarme y quize pagar todo lo que debía. Les dijó que si me diera mi orden podía hacerles un pago el próximo día. Pero insistieron que pagara todo en aquel momento. Entonces uno de ellos puzo una pistola dentro de mi boca. Pensé que iban a matarme¨, Gérson dijo con lagrimas bajado su cara. ¨Hablaban entre ellos que deben matarme allí mismo. Yo pedía por mi vida; por más tiempo. Prometí pagarles todo que debía. Decía yo, que haría cualquier cosa que me pedían. Entonces, me dieron algunos hojas para firmarlos. Habían muchas páginas que tuve que firmar. Era tan agradecido que no me mataron, hubiera firmado cualquier cosa.¨



Daniel interrumpó a Gérson diciendo, ¨Si, tengo aquello documentos que firmaste. Me diste el poder de abogado sobre ti y el derecho de mantenerte aquí en rehabilitación hasta que digo yo y hasta que tu deuda esté completamente pagado.¨



¨Oh, gracias, muchas gracias. No se quien eres, pero si me dejes irme, te buscaré el dinero como sea y te repagaré.¨ Gérson contestaba sin entender las implicaciones completas de lo que dijo Daniel.



¨Gerson, olvidate de salir de aquí. Tu vives acá ahora. Tienes una vida nueva. Ruinaste tu previa vida con las mentiras que contaba a ti mismo. Ahora, estás aquí en un nuevo comenzar y soy tu maestro. Aprenderás todo lo que necesitas saber de mi. Puedes llamarme, 'amo', y la única preocupación tuya es complacerme a mi....¨



¨Pero...¨, dijo Gérson justamente antes que Daniel le dió en la cara. La fuerza de la palmada lo tumbó hacia un lado. Gérson estuvo sobrecogido y totalmente confundido.



¨Me interrumpió otra vez. No tengo ganas de hacerte daño. Pero voy a castigarte fuertamente si no me prestes atención y aprendes lo que tienes que aprender. Te cuidaré y te antendré a todas las necesidades tuyas. Pero tienes que obedecirme en todo lo que digo y dejar de pensar para ti mismo. Comenzaremos ahora mismo en tu re-educación. Lo más pronto que aceptes tu destino lo más pronto vas a lograr adaptarse. Tu me perteneces. Tu mente, tu cuerpo, tus funciones biológicos hasta tus sentimientos son totalmente mios. Entiendes?¨ Preguntó Daniel.



Gerson se movía la cabeza de lado a lando como para decir que no, pero no deseando recibir otra bofetada, no atrevió contradecir a Daniel y dijo en voz baja, ¨si, amo.¨



¨No te oigo,¨ dijo Daniel, con la intención de ayudar a Gérson aceptar su nuevo estado de vida.



¨Si, amo¨. Gérson repetía con poquito más volumen.



¨Aún no te oigo,¨ Daniel dijo con fuerza.



¨¡SI, AMO!¨ Respondía Gérson ahora con lagrimas fluyendo de sus ojos.



Daniel mandó: ¨Ponte de pie, eslavo!¨ Y Gérson, con miedo de más castigos, brincó rápido y se puzo a pie. Daniel lo sorprendió agarréndole a su cuerpo desnudo y dándole un abrazo de oso. Gérson era algo tenso al principio. Pero el calor del cuerpo de Daniel y la sensación de ser agarrado con tanta firmeza y con sus cuerpo tan pegados provocó que Gérson se derritía en los brazos de Daniel. Daniel comenzó de vacilar de lado a lado trantando de consolar su nuevo juguete, que tuvo el efecto de abrir las puertas de todas las emociones que tenía guardado durante los últimos días y quizas años de su vida. Se lloró profusamente. Daniel movía su mano arriba y abajo sobre la parte atrás de la cabeza de Gérson. ¨Que bien, déjalo salir, déjalo salir, estoy aquí para protegerte; te protegeré¨.



Finalmente, Gérson se recogía. Su confusión ahora más profunda que antes. Se resentía que Daniel le dió una palmada. Odiaba ser llamado esclavo y más aún tener que llamar a Daniel su amo. Pero los sentimientos que le ocurría en los brazos fuertes de Daniel le llenó de regocijo. Jamás en su vida, Gérson se sentó tanta intimidad ni tan fuertes sentimientos de seguridad y de ser protegido como ese momento en los abrazos de su amo. Fue entonces que se di+o cuenta que estaba pensando en Daniel como su amo....¨diábolos, ¿en que infierno me he metido?¨ pensaba.



La Iniciación



Daniel continuaba, "ahora empezamos. Cuando digo, ¨mostrarse¨, quiero que te pones de pie bien recto con los pies separados y echando tu pecho y tus manos unidas detrás de tu cabeza. ¿Te entiendes?"



"Pienso que si", Gérson respondió.



"No, no, así no," Daniel le corrijió. "Siempre dirás, Sí, Señor, sí o no señor, no. O Sí amo, si. ¿Entiendes?"



"Sí....A m o, Sí," Gerson respondió algo contento que podía complacer este hombre frente del él que salvó su vida y quien acabó de consolarlo tan eficazmente.



"¡Muestrate!" Daniel mandó.



Gérson hizo lo mejor para complacerlo. Pero le dió un disgusto fuerte ser tratado como esclavo que era muy opuesto a su forma de ser de antes. Sin embargo quería complacer a Daniel. Quería sentir protegido y seguro como hace algunos momentos, antes que Daniel comenzó a darle mandatos.



Daniel se le acercó y con su pie indicaba que Gérson debe separar un poco más sus pies. También indicó que debe chupar por dentro su estomago y echar su pecho. Así se mostraba mejor sus atributos fisicos. Daniel cogió una libreta y una cinta métrico y sacaba las medidas de los brazos, biceps, talla del cuello, piernas, caderas y además su peso. Escribió todas las medidas en su libreta.



"Gérson ven acá y ponte de rodillas". Daniel le mandó



Gerson vino del balance, se acercó a su amo y se puzo de rodillas frente de él.



"Ahora, ¡toque tu frente al piso!" Dijo Daniel.



Gérson no se reaccionó inmediatamente, dobló su frente, pero lentamente bajaba su cabeza hasta que su frente tocó el piso. Daniel explicaba esta posición como necesario como saludo la primer vez que se encuentran cada día. "Significa que tu me recognoces como amo tuyo y tu como mi esclavo obediente. ¿Entiendes?" Preguntaba Daniel.



"Si, Am", Gerson contestó en voz baja.



"Más fuerte, ya tengo suficiente razones para castigarte, no me das más razones, o arrepentirás. Te daré duro si me das motivo." Daniel le amenezó.



"¡Sí, Amo!" Gérson dijo más fuerte esta vez.



"Buen chico. Como decía, tienes que saludarme así todos los día en el primer encuentro pero más luego en el día puedes simplemente doblarse. Ahora levatate la cabeza." Daniel dijo firmamente.



Daniel se acercó bien de cerca al Gérson todavía arrodillado. El puzo su mano detrás de su cabeza y hallaba su cabeza hacia sus muslos. "¡Respira profundamente!" El mandó.



De repente, Gérson se sentía pánico. No podía comprender lo que pasaba. Trató de echarse atrás, pero Daniel lo aguantó firmamente. El corazón de Gérson estaba latigando tan fuerte que pensaba que iba explotar. Entonces vió a Daniel bajar su zipper y su miedo se intensificó tanto que casi se olvidó en respirar.



"Pon tu nariz dentro de mi zipper." Daniel dijo frialmente.



Gérson todavía intentaba retirarse, pero estando arrodillado y debido a su estado debil no podia resistir la fuerza del brazo de Daniel. Lentamente su nariz entraba los pantalones de Daniel.



"Respira profundamente, y relajate, mierda." Daniel decía.



Gérson estuvo demasiado ansioso para relajarse. No sabía donde Daniel quiería irse con esto. Otra vez empezó a llenarse sus ojos de lágrimas. Aguantaba su respirar por sentir tan tenso, pero al fin su necesidad de air lo obligó y comenzó a inhalar y el aroma del macho de Daniel penetró a sus pasajes nasales. Eso le cogió de sorpresa. En el primer instante que olía la aroma de Daniel se sentía repugnacia pero una vez que el testosterona le penetró comenzó a funcionar como un afrodisíaco y empezó a gustarse y deleitarse el aroma de Daniel más y más. Eso lo sorprendió y lo confundió más todavía.



Cuando Daniel miró bajo a la cara de niño de Gérson vio el rumbo de sus lágrimas en sus mejillas.



"Qué que pasa? No me digo que nunca has oleado los genitales de un hombre?" Daniel molestaba amistosamente.



"No, Señor, no. Lo siento, no soy ningun pato."





"¿Pato? ¿Heterosexual? ¿Metrosexual? ¿Bi? Esos son preferencias de hombres libres. Cuando eras libre tenía su prefernica. Pero ahora que eres esclavo, no tienes opciones. Por ende esas sobrenombre no tienen sentido para ti ahora. Eres esclavo. Tu haces lo que te mando yo. Punto. Harás lo que digo, no importa si te gusta o no. Sus preferencias no me importa en absolutamente nada. Aprended. Harás y dirás lo que me gusta yo. ¿Entiendes?" Daniel dijo eso con la intención de romper la resistencia de Gérson a aceptar su nueva vida como esclavo sexual.



"Señor, permiso para hablar, por favor." Gérson pidió



"Diga, esclavo." Daniel respondió ancioso a saber lo que pasaba en la mente de su cautivo.



"Señor, Amo, no creo que puedo hacerlo," Gerson dijo germiendo.



"¿Te pregunté si pudiera o no hacerlo? No, no estoy interesado en lo que tu piensas que puedes hacer o no puedes hacer. Tu me obedeced y obedecirías o sufrirías las consecuencias y quizas perderás este chance que has recibido," Daniel avisba. "No soy sadista y no me disfruto de hacerte sufrir, pero lo haré y serveramente hasta que me haces caso sin cuestionarme."



Entonces, Daniel movió su mano sobre la mejilla mojada de Gérson cariciándolo gentilmente. Gérson respondió a su gesto bondadoso cerrando sus ojos y permitiendose sentir el calor y consuelo de las caricias amables. Pero Daniel acerco su mano a la boca de Gérson. Usó un dedo para bajar su labio inferior. De repente Gérson abrió sus ojos por miedo mientras Daniel movía su dedo entremedio de sus dientes y la parte interior de sus labios. Gérson se sentía ganas de morderlo por esa última intrusión, pero se reprimió el impulso y por miedo, lo aceptó. Daniel indicó con su dedo que Gérson debe abrir sus dientes y lo hizo con tratando de anticipar lo que Daniel iba hacer. Daniel movía su dedo sobre la lengua y exploró su boca. Gérson sabía su dedo, y encontró que tenía su sabor muy agradable, pero no sabía como responder. Otra vez, Gérson se quedó confundido cuando de repente Daniel echaba un segundo dedo dentro de su boca.



Daniel exploraba su orificio por tres razones. Primero para mostrarle a Gérson que no le tenía miedo. Segundo para declarar que este parte del cuerpo de Gerson le pertenece igual que todo su cuerpo y finalmente a acostumbrarlo al saborear a su amo. Daniel intentó poner su puño entero dentro del la boca de Gérson. Se notaba el miedo en sus ojos. Pero Daniel quería empujarlo hasta sus limites para logar menos r esistencia más luego. Gérson comenzó a asfixiarse, más por el miedo que por obstaculizar su respiración. Entonces Daniel reveló su pinga. Gérson jamás ha visto un pene tan cerca su cara. Se facinó y se sentía repulsado a la vez. Otra vez su ansiedad intensificaba mientras se imaginó lo que Daniel pudiera mandarlo hacer. No podía evitar notar cuan recto era el palo y como la cabezór formaba lo que perecía el casco duro de un soldado. Era bien proporcionado y en una manera bien rara, el piel suave combinado con el rigidez del pene parecía una obra de arte, o sea, una cosa bella.



Daniel dijo de repente, "lámalo. Lama el pene de tu amo."

Gérson temblaba. La idea de tocar la pinga del otro con su lengua le repulsaba intensamente. Quería levantarse de sus rodillas y correr de aquella casa. Pero estuvo desnudo, y ¿adónde podía ir? Sabía que no hay escape de los dueños de los puntos de droga. La mano de Daniel comenzó hallándolo más de cerca de detrás de su cabeza. Mientras se acercó el area entre las piernas de Daniel, el amizcle de macho penetraba su cavidad nasal y la sensación estimulaba un efecto erótico. Se inclinó su cabeza adelante y formaba sus labios para besarlo con la esperanza que podía escapar con nada más que un beso rápido. Quería terminar ese prueba lo más pronto posible. Cuando sus labios tocaba la cabezón de pene de Daniel, lo besó y a pesa de su disgusto, se encontraba que la sensación del tacto del piel caliente de la pinga erecta de Daniel, fue más que agradable



"Abre tu boca y tómalo." Gérson escuchó Daniel decir como si fuera oyendolo hablar desde el lado opuesto de un largo tunel.



Gérson se partió sus labios y abrió su boca... había una gota de lubrición natural colgando del punto de su pene. El gusto de ese liquido no era mal como Gérson se imaginaba sino algo blando o quizas un poquito salada. Gérson empezó a lamer con gusto el palo recto y lo chupo dentro de su boca dando el servicio que su amo pedía. Por su sorpresa el pene de Gérson también comenzó a pararse mientras chupaba la pinga de ocho pulgadas de Daniel que siguió expandiéndose en su boca. Gérson tan preocupado con la maquina de hombre de Daniel, no se dio cuenta que su propia pinga estuvo bien parado. Sin embargo, Daniel se notaba su respuesta sexual y se sonrió.



Daniel tuvo la tentación de hacerle el 69 y chupar la pinga de Gérson, pero se arrepentió porque todavía le faltaba enseñarlo mucho y no quizo perder todavía los sentimientos de poder sobre su esclavo. Pensaba era mejor mantenerlo sintiendo subserviente hasta que Gérson aceptar plenamente su destino.



"Tenga cuidao a no tocarlo con tus dientes. Cubre tus dientes con tus labios o tendré que castigarte severamente, " amaneció Daniel.



Gérson ya estuvo disfrutando el lamer y chupar su pinga y quizo complacer Daniel como una manera de agradecirlo por salvarle la vida, pero aún le costaba mucho aceptar el hecho que estuvo chupando la pinga de un hombre.



¨Por favor, amo, no más por favor...," Gérson pidió humildamente pero no logró terminar la prueba.



"Trágalo. Abra tu boca y tómame." Daniel dijo con autoridad. Otra vez puzo un dedo en su boca para guiar su pinga adentro hasta que tocó la parte atrás de su boca. Gérson tenía demasiado en su boca y tuvo que abrirlo ancho. Saboreaba los dedos familiares y eso le ayudó relajarse un poco. Entonces, Daniel se retiró su dedo y con su mano aguataba su cabeza para empezar de bombear su pinga en la boca de su cautivo. Daniel se encantó la sensación de su cabello que parecia tan suave como la seda. Mirando fijadamente en los ojos tristes de su esclavo se excitaba Daniel aún más mientras se movía su pinga dentro y fuera sobre la lengua mojada de Gérson. Daniel se sentía intoxificado con el poder que ejercía sobre el hombre guapo arrodillado y tembloso frente de él



"Vamos, hazlo bien. Dáme el placer que merezco por cuidarte por tantos días. ¡Chúpalo!" Dijo Daniel mientras su pinga se puzo más y más duro. Después de cinco penetraciones ritmicos Daniel venía dentro de la boca de Gérson. Lo aguantaba y movía su pinga cerca su garganta mientras se vaciaba sus testículos de una abundacia de leche caliente. Quería penetra profundamente dentro de su garganta, pero como ya venía, tendrá que esperar otra ocasión para enseñar esa clase. Gérson ya se afixiaba por tener la boca llena del leche de su amo. El trataba de tragarlo pero venia muy rápido.



"No te atreves dejar ni una gota escapar de tu boca." Daniel dijo mientras tu cuerpo pasaba varios espasmos fuertes seguidos por pequeños impulsos de placer. "Trágalo. Toma mi leche, tu cuerpo necesita la proteina. Gérson estuvo sorpendido que Daniel vino tan rápido. Tampoco esperaba que Daniel iba a venir dentro de su boca porque cuando su ex amiga le chupaba le obligó retirar su pene antes de venir. Era sorprendente la cantidad de leche con que Daniel le llenaba su boca, y su primera reacción fkue escupirlo, pero es sabor no fue tan mal que esperaba. Además sabía como los anchoas que le gustaba sobre el pizza. Por una razón que Gérson no intendía se sentía una gran satisfacción que pudo lograr darle a Daniel ese placer aunque se encontraba forzado de arrodillarse frente de aquel que queria esclavisarlo.



"Ahora, limpia mi pinga con tu lengua," Ordenó Daniel.



Gérson era contento que Daniel sacó su pinga de su boca que hizo más facil tragar su leche y librar su lengua a limpiarlo el pene ya no tan duro. Una vez que sus lambios volvió a tocarlo, el pene de Daniel comenzó a pararse de nuevo. Gérson observaba esa reacción facinado que tenía ese poder de parar tan rapidamente la pinga de su amo con su lengua.



Entonces Daniel dirigía Gérson hacia una maquina de correr que tenía conectado a su pc y lo mandó a correr por 20 minutos. Gérson estuvo en buena forma, debido más a su juventud que cualquier esfuerzo de mantenerse. Mientras Daniel preparaba el almuerzo, Gerson después de un corto descanso tuvo que montar una bicicleta estacionaria y correrlo por 15 minutos más 5 para enfriarse lentamente. Después del almuerso Daniel envió a Gérson a descansar en su celda para prepararse por la sesión de aprendizaje de la tarde. Daniel usaba ese tiempor para ponerse a día con su trabajo regular, cambiando el dinero de sus clientes de una inversion a otra guiado por su buen sentido del mercado y su conocimientos de las ganancias periodicas de varias compañias.