Date: Wed, 23 Nov 2022 20:08:19 -0600 From: Dan Moncada Subject: (gay, non-english, incest) Deseo en casa (Parte 1 / 4 Morbo) Es una tarde de mayo calurosa. El padre está sentado en shorts flojos, nada debajo, esos que usa cuando regresa de la oficina. Esta inquieto desde la mañana, se siente caliente. Pierde el tiempo en el teléfono, pero irremediablemente acaba en algún vídeo sexual, y cómo está solo en casa, lo escucha con sonido. Su favorito es el del joven delgado que mira a la cámara sorprendido mientras una verga gruesa lo bombea rápido, los dedos de sus pies retorciéndose de placer mientras jadea, aun procesando lo que siente. El padre imagina que atraviesa la pantalla y llena esa boquita entreabierta con su propia erección. En su fantasía, el padre destruye con gusto el culo estrecho bajo la mirada suplicante del veinteañero. Sus gemidos rítmicos y ano dilatado lo excitan mucho. Su hijo entró tan rápido a la casa que apenas puede botar el teléfono y acomodarse en el sillón. Finge que lee un libro mientras se acomoda la tranca furiosa. Saluda a su propio muchacho todavía con la imagen del jovencito empalado en la cabeza, obsesionado un poco con la escena. Hablan de cualquier cosa que sus nervios le permiten, y aunque intenta calmarse, no se concentra. Tampoco puede levantarse sin delatar la furiosa erección. Al principio no es intencional, pero su mirada termina posándose en la figura atlética de su hijo. Últimamente no puede evitar las fuertes piernas del menor, ni esa espalda definida pero aún ligera de universitario. Sabe que no es correcto, pero no deja de mirar cuándo su muchacho se pone en cunclillas para rebuscar algo en la maleta. Su falo da un tirón de gusto frente al culote del menor, y con morbo, distingue los fuertes glúteos delineados por un jockstrap que se marca debajo de la tela. En un momento de debilidad su mente reemplaza al muchacho del vídeo con su hijo. Lo imagina temblando de la emoción mientras él lo impala frente a la cámara, haciendo que rebote como muñeco contra la cama por las embestidas. Su hijito abre la boca para lamer sus dedos, y como buen padre, el mayor junta sus frentes para abrazarlo mientras lo llena de leche. El menor sonríe cuando se separan, satisfecho. Se ve taaaan sensual presumiendo su ano escurriendo... Esta tan absorto en sus fantasías que no nota a su hijo verle de reojo, quién ha tenido un día complicado. Se ha vuelto a topar con el daddy atlético que tanto le gusta en el gym. Se han mirado todo el tiempo, y en las duchas, el mayor volvió a pasearse frente a él desnudo, la gran verga balanceándose frente a sus narices, semi-erecta por la atención que le da el joven. Pero, como siempre, el mayor no mostró interés después, dejando al pobre chico tan frustrado como caliente. Esta tan absorto en su frustración que la figura musculosa de su padre lo toma por sorpresa al llegar a casa. Su padre está algo rojo, seguro por el calor pese a esa playera sin mangas que usa para descansar. Tiene bíceps grandes que es imposible no mirar, y aunque prefiere no pensar en eso, es un tipo guapo con un pectoral bien definido... Quizás más trabajado que su crush del gym.. Deja la maleta cerca de su padre, y rebuscado de cuclillas su botella de agua, piensa tonterías hasta que nota el sutil movimiento a su lado, algo similar a un jalón. Siente una descarga eléctrica cuándo distingue, por el rabillo del ojo, la tranca erguida de su padre aprisionada entre el short holgado y la pierna del maduro. No entiende que hace ahí, tan a la vista, pero no puede despegar sus ojos del pedazo grueso de carne. Voltea rápido, pero no ve la cara de su padre, escondido como esta detrás del libro que sostiene. Con la boca seca y un agujero en el estómago, algo que no había sentido antes, vuelve a mirar de reojo. Distingue una vena gruesa que termina antes del glande, y con un morbo supremo, recae en el precum que forma hilitos entre la piel y la tela. El falo da jalones de pronto, y el hijo comprende que su padre estaba jugando con su verga hace no tanto, lo cuál le parece normal... ... Lo que no es tan usual son las ganas que tiene de acercarse y pasar la lengua por la punta brillante que se asoma. Se pregunta su sabor, las venas del falo y la base ancha. No esta bien, se trata de su padre, pero él tiene 20 años y esa verga se ve tan pesada, jugosa... Sabía que papá estaba grande, pero no tanto... Piensa que basta un par de pasos para colocar su cabeza entre las piernotas de ese macho, y bajo su mirada intensa, devorar aquel falo. Saliva imaginando que el mayor toma el control y llena su hocico de verga mientras empuja hacia atrás y delante, la mano contra su nuca. Casi puede escuchar al mayor susurrándole "buen niño" mientras lo ahoga con su verga. Un perro ladra fuera de casa, y espabilados, padre e hijo salen de su hechizo y se miran a los ojos. Excitados, ambos sospechan que estaban fantaseando con el otro. El padre nota la mancha en su short mientras el hijo se levanta azorado, sintiendo el ajustado jock contra su trasero y su propia erección visible. El menor camina hacia la escalera del fondo, apenado, y comienza subirlo sin que su padre, erección evidente, pueda hilar palabras ante la vergüenza. Todo hubiera acabado ahí, como un episodio penoso, si no es por la mirada que el joven destina a su padre una última vez. Dura sólo unos segundos, pero no se resiste a admirar una última vez el magnífico bulto de su padre. No se intimida al ver a su padre mirarlo con atención, sus ojos clavados en su culo. Se miran fijamente, e hipnotizados, se sonríen de forma casi imperceptible, cómo dos extraños ligando en un bar. Algo ha cambiado entre ellos y no hay vuelta atrás. Minutos después, el hijo arroja chorros de leche imaginando a su padre devorando su culito con hambre, abriéndolo, rompiéndole deliciosamente. El padre ni se molesta en levantarse para masturbarse furiosamente pensando en todas las formas en que va a cogerse a su hijo. Esta historia es sobre lo que sucede en las siguientes semanas. --- ¿Qué les pareció?, ¿deberíamos seguir? Agradezco el feedback a omarander50d@gmail.com