Date: Tue, 13 Apr 2010 22:20:17 -0600 From: Relatos Blog Subject: Hermanos Nunca creí que contaría lo que paso entre Edgardo y yo, pero descubrí esta pagina hace unas semanas y decidí que era hora que liberara mi ser de esta anecdota. Mi nombre es Jairo, y actualmente tengo 26 años y vivo en El Salvador. Resulta que hace 12 años, mi padre (quien fue muy activo sexualmente en su juventud), anuncio que llegaría a la casa mi hermano Edgardo que vive en Colombia para visitarnos durante unas semanas. Dado que yo no conocía a este hermano, mis sentimientos fueron mixtos. Había una especie de nerviosismo y emocion al saber que conocería a un miembro mas de la familia. Edgardo llego un sabado al mediodía. Aun recuerdo la imagen que tengo de el cuando entro a la sala de nuestra casa. A sus treinta años guardaba un muy buen físico, muy fornido del pecho, delgado y bajito. Con un pelo ondulado negro y una personalidad completamente encantadora. Todo sentimiento de nerviosismo desaparecio, pues era evidente que era una buena persona. Bueno, el asunto es que un día, mis padres se fueron a trabajar y yo quede a solas con Edgardo. Desde la noche anterior habíamos hecho planes que saldríamos al centro de la ciudad para que el conociera los alrededores con mi papa, pero mi padre regresaría hasta el mediodía así que pasamos a solas toda la maÏana. Como a las ocho de la mañana me dijo que se daría una ducha y entro al baño, dejando la puerta abierta. No se que me sucedio, pero a mis 14 años me entro una curiosidad enorme que no pude controlar. Pase por el baño la primera vez, y note que la cortina de la regadera estaba entre abierta y alcance a ver su trasero. Era firme como una piedra, levantadito y con poco vello en cada nalga. Llegue a mi cuarto, y mi corazon me palpitaba. Sentía que se me saldría del pecho, no sabía lo que pasaba. ¿Quería ver a mi hermano desnudo? Me sorprendí a mí mismo contestando esa pregunta con un gran: Si, quiero. Sin pensarlo mas, me quite la ropa y coloque una toalla alrededor de mi cintura. Mi verga de 15 cm. estaba dura, y tuve que acomodarla para que no se me notara nada. Pase por el baño una segunda vez y esta vez logre ver la verga de mi hermano. Estaba parada y a diferencia de la mía estaba circuncidada. -¿Que haces?, pregunto Edgardo. - Alisto mi ropa para cuando salgamos luego, conteste, una vez salgas del baño me bañare yo. - ¿Por que no te bañas conmigo?, me dijo el. La pregunta me agarro desprevenido. No supe que contestar, allí estaba mi hermano, con el agua cayendo en su cuerpo (Dios! Que cuerpo!) Invitandome a ducharme con el. - ¿Tienes miedo?, me dijo tirando un poco de agua en mi pecho Luego de un segundo mas, sonreí y dije, "no, para nada", y me quite la toalla y entre en la ducha con el. Lo observe detenidamente mientras el agua caía en mi cabeza. Me di el gusto de observarlo por completo. Ese pecho formado con pezones parados, daban a entender que hacía mucho ejercicio. Seguí bajando mi mirada y observaba su abdomen, liso y duro. Y luego su verga, era grande y gruesa. Con una cabeza extraordinariamente grande. Nunca había visto otro pene que no fuera el mío, y me sorprendio lo mucho que me gustaba verla. - Tienes un buen pedazo de carne allí, me dijo Edgardo señalando mi pene, que a estas alturas esta goteado liquido preseminal. A puesto que haces muy feliz a tus novias con ella. Me sonroje un poco y conteste: "No creo que sea mas grande que la tuya", no pude creer que acababa de decir eso. - Bueno, veamos quien tiene la razon. Y diciendo eso, agarro mi verga (haciendome temblar un poco) y la puso a la par de la de el (Que rico se sintio eso, pense). "Estamos iguales", dijo el luego de medirla, "pero a ti te falta crecer mucho así que tendras una gran paloma". Me reí un poco y comence a enjabonarme. De pronto siento que el me enjabonada tambien. Nadie me había tocado antes, me puse muy nervioso. Mientras pasaba su mano por mi cuerpo, yo pensaba tantas cosas, pero lo que mas pensaba era: "Dios! Que no se detenga". Su mano siguio recorriendo mi cuerpo hasta llegar a mi verga y comenzo a masturbarme lentamente. Sentía como su pene topaba con mi culo y puedo decir que me gustaba esa sensacion. - ¿Ya te han hecho sexo oral?, pregunto el. - No, respondí yo casi jadeando. - Es lo mas delicioso que te puedan hacer. Me empujo un poco para que el agua cayera directamente sobre mi cuerpo y me quito todo el jabon, luego se mojo el todo, apago la regadera y me dijo: "ven conmigo". Salimos del baño. El agua aun bajaba por nuestros cuerpos dejando el rastro hacia donde nos dirigíamos. Entramos a mi cuarto y me dijo: "Acuestate en la cama". Yo obedecí. Se subio a la cama tambien y empezo a mamar mi verga. Mi boca se abrio para liberar un pequeño grito justo cuando sentí el calor de su boca. Apretaba los ojos fuertemente mientras el lamía todo el tronco de mi verga. Mi respiracion se hacía cada vez mas fuerte y el no se detenía. - "Edgardo, que rico", era lo unico que podía decir. Se detuvo un momento y empezo a chuparme lo huevos. Eso me volvio loco, lo oía gemir un poco cada vez que se metía uno a la boca. Moví mi cabeza al lado y note que su verga había quedado justo en mi rostro. Al verlo allí, note que una gota transparente salía de su cabeza y sin pensarlo dos veces me la metí a la boca. Tenía un sabor salado, a una mezcla de sal con jabon de cuerpo.. Me fascinaba. - Veo que te gusta, lo oí decir. No conteste, solo quería complacerlo, quería complacerlo como el me había complacido a mí. Allí estabamos los dos en el ese 69, disfrutandonos mutuamente cuando de pronto sentí que su mano pasaba por mi trasero. Me acariciaba el trasero. Deje de mamarlo y mire lo que hacía. "Date la vuelta", me dijo. Una vez mas obedecí sin pensarlo. Empezo a lamerme toda la espalda, mandando electricidad por todo mi cuerpo. Una vez en mi trasero, aparto mis nalgas dejando al descubierto mi ano virgen. Bajo su cabeza y empezo a pasar su lengua por mi orificio, una y otra vez. Recuerdo haber buscado una almohada para ahogar mis pujidos y gemidos pero no encontre nada.. - Te quiero coger, me dijo - Hazlo, le dije, por favor - Te va a doler mucho - Hazlo, solo hazlo, suplique. Me dijo que me pusiera en cuarto a la orilla de la cama. Y el, parado, coloco su pene en la entrada de mi culo. Ire despacio, me dijo, si quieres que me detenga solo dilo. Terminada esa oracion, comenzo a empujar. Como al tercer empujon su cabeza entro por completo. Mi boca dejo ir un grito leve. Edgardo se asusto un poco, y me pregunto: "Estas bien?". No pude contestar inmediatamente, luego de un momento le dije que sí. Y continuo entrando. Al principio me dolía mucho, pero no quería que parara, luego de un rato ya no sentía dolor, solo lo sentía a el, entrando y saliendo. Una de sus manos había bajado a mi verga y me masturbaba cada vez que entraba en mí. "Que rico estas", me decía. "Esta bien apretadito tu culo". Yo solo gemía de placer. De pronto, empece a sentir una sensacion en la base de mi verga. Era una sensacion conocida para mí. "Estoy cerca", le dije. "No pares". Al nomas que le dije eso, fue como que le hubiera dado una orden. Mi hermano empezo a metermela mas fuerte. Mas duro. Había un sistema ya establecido, yo me movía tambien para sentirla mas. La sensacion se hacía mas fuerte. Mi hermano gemía cada vez fuerte. A la par de la cama había un espejo que me dejaba ver su torso y rostro. Tenía los ojos cerrados y su respiracion era pesada. La sensacion era mas fuerte... "Me voy a venir", dije entre gemidos. No hacía caso, lo veía por el espejo. El sudor bajando por su rostro y llegando a su pecho que se movía fuertemente. La sensacion se hizo demasiado fuerte para mí y solamente deje ir un grito que tuvo que haber llegado a la casa del vecino. Baje mi mirada en ese instante para ver como el semen salía de mi verga, salieron como dos disparos fuertes y luego dos pequeños. Mi hermano seguía cogiendome. "Move el culo, por favor", me decía, "Ya casi me vengo". Seguí moviendome y lo observaba por el espejo. "así?", le preguntaba. Solo asintia la cabeza. Me estaba metiendo toda esa verga y luego de un momento comenzo a venirse. Me la metia hasta el tope y cayo sobre mi cuerpo. Luego se movio hacia el lado y yo quede boca abajo en la cama. Me dolía mi trasero. El cuarto olía a sexo, si es que existe tal olor. Había un silencio sepulcral solo los respiros fuertes tanto de el y los míos. Me levante y fui a bañarme de nuevo. ¿Que acaba de pasar? Acababa de coger con mi hermano y me había encantado. Una vez el baño termino, salí a la sala con la toalla en mi cintura y mi hermano estaba sentado en el sofa, vestido viendo television. Me vio, apago la TV y tuvimos una conversacion en donde quedo claro que iba a ser un secreto entre el y yo, me pregunto si me había gustado y no pude mentir. El solo sonrio. Mi hermano se fue del país tres días despues. Años despues regreso para visitarnos, pero esa es otra historia.