Date: Wed, 28 Feb 2024 11:42:31 -0600 From: Dan Moncada Subject: Manual practico para seducir a papa (gay, non-english, incest) Manual práctico para seducir a papá Este es un manual sencillo de 5 pasos para seducir a tu padre. Sí, me refiero a tentar a tu progenitor, seducirlo gradual y firmemente, hasta que pierda la cabeza de morbo y deseo. Al final los cinco pasos el pobre no podrá dejar de pensar en tu culo, escurriendo por su leche, y en tu boca, subiendo y bajando de su falo grueso y venudo. Una vez que inicies no hay vuelta atrás, pero es un cambio que ambos necesitan. Paso 1: Abre la puerta. Lo sé, estás harto de fantasear con esa verga jugosa que se esconde en los pantalones de tu padre. La presume inadvertidamente a todas horas, no puede evitar que se le marque el bulto ajustado en los pantalones, el par de huevos gordos que le cuelgan en los shorts cuando ve la televisión. A este punto ya estás algo obsesionado con esa verga jugosa, sólo piensas en la leche que le escurre, son años de fantasías que no te dejan concentrarte ni en la escuela o el trabajo. No desesperes, mejor aprende. Al inicio cuesta trabajo, dan nervios; yo tomé valor en la universidad. El secreto es reconocer que tu padre es un hombre necesitado de sexo que piensa, como todos, en culos grandes y respingados, en llenar bocas húmedas y calientes, en reventar orificios apretados e impregnarlos con su leche. Tú ya dejaste detrás los 18 y tu cuerpo va agarrando forma sólida con el ejercicio del gym. Tu padre esporádicamente nota tus piernas fuertes y el culo bien formado, pero no lo asocia con nada en particular... todavía. El primer paso es cambiar eso, hay que abrir la puerta. Tu padre está algo agobiado con el ciclo de trabajo-casa-responsabilidades-familia. No tiene mucho tiempo libre para el sexo, no tiene tiempo de buscar fuera de casa. Hay que hacerle entender que justo para eso estás tú, para atenderlo. No lo sabe, pero si él quisiera podría vaciarse en ti diario un par de veces, usarte como tú quieres. Primero lo primero: asegúrate que vea tu trasero, que te note como deseable. Aprovecha los momentos de debilidad, cuando este cansado o desprevenido, para causar la mejor impresión. Por la mañana, cuando él deambula por la cocina medio dormido, usa briefs blancos mientras desayunas, tu paquete y culo bien delineado por la tela ajustada. Casualmente siempre estás en 4 buscando algo cuando él baja a desayunar. La escena va a escandalizar un poco, quizás protesté, pero eventualmente se acostumbra. Al final del día, tú no tienes ninguna mala intención, ¿no? Ambos son hombres, andar en ropa interior no es un problema, no es una invitación... Lo mejor pasa por la tarde, cuando usas pantalones ajustados o lycras de gym. Siempre estás cerca cuándo él llega a casa, y después de un día de estrés en la oficina, le acercas una cerveza para que se relaje. Él conversa contigo agradecido, aunque pronto se siente confundido al notar tus piernas fuertes. Sus ojos acarician tu culo, a veces se distrae de la conversación. No dice nada al respecto, pero notas sus ojos cada vez más insistentes. Hay avances. La jugada maestra viene unas semanas después, cuándo él ya se esfuerza por no ver tu culo respingado. Esa tarde calurosa de verano tú pretendes dormir en el sofá. Él llega a casa medio y está a punto de reclamar por tu desorden en el recibidor, donde dejaste tus pantalones y zapatos. No llega a quejarse, tu figura hace que se atragante con las palabras. Boca abajo, tú presumes el culo ejercitado, un brief oscuro marcando los respingados glúteos. Sonríes sin que te vea, atento a como sus ojos se clavan en el trasero que le ofreces. Sus ojos se clavan en ti, mira tu culo con hambre. Es grande, está ahí, a la mano, casi como si tú quisieras que lo tocara. Recoge tu desorden en silencio y te deja dormir, pero sabes que te mira de reojo varias veces con la boca seca y el bulto cada vez más grande en sus pantalones. En algún punto casi lo aprieta, excitado. Tú tienes una erección durísima también. Esa noche dejas la puerta de tu habitación entreabierta, tu culo ya desnudo sobre la cama. Sabes que él ha pasado frente a la habitación más veces de lo normal, como si buscara algo. Cada vez que pasa lo hace más despacio, hasta que estás seguro está espiando tu figura contra las sábanas blancas. Una semana después ya duermes con la puerta abierta y el culo a su disposición, ya se hizo costumbre que él pase a medianoche un par de veces frente a tu puerta. Notas con satisfacción que algo cambió en su mirada. Te ve con cariño de padre, pero algo más profundo, animal. También sabes que te sigue con la mirada cada vez que subes las escaleras, cada vez que bajas en briefs a desayunar, cada vez que te pones en gatas para buscar algo. Felicidades, terminaste el paso 1 de 5. -- Agradezco comentarios sobre cada historia a omarander50d@gmail.com. Su retroalimentación me ayuda a escribir historias que disfruten más. *Todos los personajes son ficticios y mayores de edad.