Date: Tue, 17 Jul 2018 13:30:53 +0000 From: Daniel Berasaluce Frías Subject: La polla de mi niño - capítulo 5 - PROMESAS PARA CENAR. Capítulo 5 -- PROMESAS PARA CENAR. Nifty is the constant source of all your erotic dreams. All kinds of fetishes can be found here. We don't want this website to ever stop. Think for a minute if you can afford it and help sustain Nifty with your donations. Freedom can move your life and it can be seen even in the hardest conditions, together with love and friendship, happiness and beauty. Have a look at the life of eight beggars who live together at: www.luces-delatierra.blogspot.com.es or in English at: www.lightsoftheearth.blogspot.com.es Afortunadamente lo vi salir de su cuarto a las 8 con la polla fuera y totalmente tiesa. Se acercó a mí y me dio un nuevo beso en la boca. -Siéntate. Hoy tenemos huevos duros para cenar, con mayonesa como a ti te gustan, y espero que tengas también ahora los huevos duros deseando correrte otra vez. Una vez todo en la mesa, ya no me lo pensé dos veces, agarré su polla y empecé a masturbarlo de nuevo. -Gracias, papá, pero por favor, sácate la polla y mastúrbate también. Así tengo más placer, viendo que te corres con mi polla. Mientras me sacaba la polla, el echaba mayonesa a los huevos y cuando vi que estaba listo para empezar a cenar, cogí su polla otra vez y lo masturbaba mientras de nuevo me pajeaba en su presencia. Vi que sintiendo mi placer, él sentía más placer. Y mientras comía me dijo. -Siempre tendremos conversaciones padre-hijo, como hemos tenido siempre, papá. Y podemos hablar de todo, pero sé que hoy los dos sólo pensamos en mi polla, así que corrámonos. Y que nunca tengas ninguna duda sobre mí, papá: yo te quiero más a partir de hoy. Soy tu hijo y te quiero más que nunca papá porque ahora soy también tu mejor amigo, incluso el tío que te pone caliente. Casi lloré notando su ternura. Julio era ahora mi hijo, mi amigo y empezaba a ser la persona que más caliente me había puesto en mi vida. Ya supe que no se escandalizaría jamás viendo a papá disfrutando de su polla y jugando con ella a menudo. Noté que cada vez que le hacía una paja a mi niño, aguantaba más que en una mamada. Él seguía comiendo y yo seguía masturbándolo y en un momento dado me dijo. -Papá, te he estado dando por el culo un poquito esta tarde. Oyéndolo decir eso, me corrí. Quería que me contara todo mientras lo seguía masturbando. -Cuéntamelo todo. -Cuando te fuiste de mi cuarto --lo oí pajeándome otra vez-, me puse a buscar porno de tíos follándose a tíos y me he corrido dos veces más, así que ya van ocho y ahora seguro que me corro por novena vez y al menos me tengo que hacer dos pajas más esta noche en la cama. -Pero cuéntame cómo me follaste. -Estabas en pelota en mi cuarto y de repente me dijiste: Julio, fóllame, y te pusiste a cuatro patas. Yo miraba ese culo tan bonito que me has dejado ver y sentí deseos de hincarte la polla hasta el fondo. Por unos momentos dejé de masturbarme o me correría oyendo a Julio disfrutar contándome cómo se folló a papá hoy, imaginariamente, claro. Mi niño era tan lindo que pensé que pronto le iba a poner el culo también. -Sigue. -Te la fui metiendo poco a poco y te dolía claro, pero me insistías en que te la metiera hasta el fondo. Te masturbaba, te besaba, te metía mano, pero mi polla iba entrando más a fondo en tu culazo y tú gemías. Te dolía aún pero me animabas a que te siguiera dando por el culo, y así estuve un rato follándome el culito de mi padre, y los dos gemíamos. Al final me dijiste que ya no te dolía y seguí follándote, ya más tranquilo. Oyendo tus gemidos de placer con mi polla, al final me corrí en tu culo, llenándotelo de leche. Papá, no puedo más, me voy a correr. -Y yo contigo. A Julio también le encantaba ya ver cómo me corría yo y cuando él se corrió llenándome toda la mano de espeso semen, yo me toqué mi propia polla de nuevo y sólo tocándomela un poquito me corrí otra vez y me llevé la mano manchada de su semen a la boca para saborear de nuevo la lefa de mi niño. Lo oí suspirar de placer, tras su novena corrida hoy y lo primero que hizo fue besarme otra vez dándome las gracias. - ¿Sabes de qué tengo ganas ahora? --Le pregunté. -Dime, papá. -Estoy tan caliente hoy, Julio, que también me gustaría verte en pelota. -Si quieres me quito toda la ropa ahora, papá. -No hace falta que te desnudes ahora. Mira, mi niño, sé que nunca has dormido en pelota porque me habría dado cuenta al despertarte. Pero ¿te gustaría dormir en bolas? -Sí, papá, me encantaría. -Cuando vayas a tu cuarto, puedes si quieres quitarte toda la ropa y dormir desnudo esta noche y te pajeas esta noche en pelota picada y duermes así. Y cuando yo vaya por la mañana a despertarte y hacerte la segunda mamada despertador, podría ver desnudo a mi niño, que estoy seguro de que tiene un cuerpazo y todavía me pondré más caliente mañana, que ya estoy seguro que te gusta verme así. -Pues esta noche te aseguro que me acuesto totalmente desnudo, papá. -A mí me gustaría mañana también, si tú me dejas, comerte un poquito los cojones. -Joder, papá, que gustazo. Hazlo si quieres. -Y me gustaría meterte mano. -Hazlo. -Mira, quiero que mañana tardes más en correrte. Primero quiero que te despiertes como hoy, con mi boca en tu polla. Después para que aguantes más y disfrutes más, la saco un rato, te como un poquito los cojones, te meto mano por todas partes y si tú me dejas, hasta te lamo todo el cuerpo. -Sabes que me doy una ducha antes del desayuno. Lléname lo que quieras de saliva. Y también quiero enseñarte el culo, papá, y que si quieres me toques el culo también. Papá, yo no quiero que me folles, pero si te gusta mi culo, también quiero que te pajees pensando que me follas. -Yo no quiero follarte, Julio. -Bueno, imagínatelo, papá. Igual te da placer masturbarte pensándolo, ¿quién sabe? -Bueno, me lo imaginaré. Habíamos terminado de cenar y Julio me dijo que se iba a la cama, que anoche casi no durmió. -Y una vez en mi cuarto me quitaré toda la ropa y me voy a hacer un par de pajas esperando que papaíto me despierte mañana con su segunda mamada despertador y que me meta mano a fondo. Bésame, papá. Nos besamos de nuevo con cariño y Julio me dio las gracias por todo el día de hoy, que había sido, me dijo también, el mejor de toda su vida sexual. Le creí. Se había corrido nueve veces hoy y quizá llegara a once corridas. Al final se fue y yo me quedé enganchado mirándole el culo mientras se iba a su habitación. Me lo imaginaba ahora desnudándose y haciéndose un par de pajas más y luego soñando con su padre chupándole la polla de nuevo. Yo me fui a mi cuarto también y me pajeé imaginando a mi niño en bolas y yo de nuevo al fin, qué ganas tenía, con su polla en mi boca y metiéndole mano y saboreándolo. Seguramente ambos estábamos cada uno en su cuarto ahora masturbándonos. Quería que mañana llegara al fin y que viviéramos un día tan caliente al menos como el de hoy.