Date: Thu, 4 Dec 2008 19:44:21 -0800 (PST) From: Billy Billy Subject: TODO O NADA PARTE 25 Advertencia: Para poder leer esta historia deberás de tener la edad legal mínima requerida en el país o estado en donde vivas (como la edad legal mínima requerida no es la misma en todos los países e incluso en los estados de algunos países llega a variar, se considerará como edad legal mínima requerida la que marque la ley del lugar o jurisdicción en donde vivas). Este es un trabajo de ficción, tanto nombres, caracteres, lugares e incidencias son producto de la imaginación del autor y han sido usadas de forma ficticia, cualquier semejanza actual con personas vivas o muertas o con algún evento que haya pasado es mera coincidencia Billy49mx@yahoo.com.mx "TODO O NADA? PARTE 25 Por Billy Se dirigieron a la casa con la masa muy espesa, y se la presentaron al agente secreto el cual la inspeccionó con mucho cuidado, vio que tenía la consistencia deseada así que le dio el visto bueno y procedió a orinarla y les ordenó tanto a Warrioth como al esclavo viejo que la comieran. Ambos lo hicieron sin perder tiempo y a James ya no le dio asco, el agente secreto les permitió comer hasta que consideró que era suficiente y les indicó que se detuvieran, entonces les ordenó que llevaran a los dos esclavos con los que había estado James la noche anterior lo que había sobrado. Cuando regresaron les ordenó que cada uno le lamiera los pies para que posteriormente hicieran lo mismo entre ellos, tanto los esclavos como el agente secreto aún estaban desnudos y el esclavo más viejo aún llevaba puesto lo que el agente secreto le había inspeccionado desde la mañana, y una vez que todo estuvo hecho a la satisfacción del amo, les ordenó que fueran a la cocina y que trajeran dos plátanos y entre más verdes estuvieran sería mucho mejor. Ambos esclavos obedecieron la orden que se les había dado y buscaron los dos plátanos que consideraron que eran los más verdes y por lo tanto estaban más duros y volvieron sin tardanza a donde se encontraba el agente secreto el cual los inspeccionó, y cuando vio que tenían la consistencia que deseaba les ordenó que les quitaran la cáscara y que se los dieran. Su orden fue ejecutada inmediatamente, después les indicó que se acostaran boca arriba con sus rodillas dobladas hacia sus pectorales, eso ocasionó que los anos de los esclavos quedaran completamente expuestos, dejó las dos frutas en el piso y empezó primeramente a meterles un dedo por el ano, los metió y los saco repetidas veces, para después hacer lo mismo con dos dedos y por último con tres. Warrioth se sintió incómodo ante lo que le estaban haciendo pero no se atrevió a quejarse. Cuando vio que los dos anos estaban completamente abiertos, el agente secreto introdujo ambas frutas en cada uno de ellos lo más profundo que pudo, para posteriormente sacarlas y llevarlas a la boca de los esclavos para que se los comieran. El compañero de esclavitud de James no tuvo mayor problema en hacerlo y pronto se lo terminó y esperó en esa misma posición hasta que su amo le diera permiso de moverse, sin embargo para James Warrioth la historia fue muy diferente, al sentir el plátano en su boca tuvo ganas de devolver el estómago y eso hizo que el agente secreto se riera y presionara la fruta contra sus labios cerrados, Warrioth sabía que tenía que comer la fruta si no quería ser severamente castigado y de solo pensar en la última vez que lo había sido se estremeció, sin embargo intentó resistir un poco más con la esperanza de que el amo desistiera, pero vio que las facciones de su cara estaban cambiando de una risa burlona a enojo, así que mentalmente se repitió que no era tan malo que algo que había estado en su interior fuera llevado a su boca para que entrara en ella, a final de cuentas era parte de él mismo y por lo tanto parte de su cuerpo, así que cerrando los ojos y aspirando aire para contener la respiración la abrió y dejó que el agente secreto introdujera la fruta en su cavidad oral, y sin pensarlo dos veces la masticó lo más rápido que pudo y se la tragó. Esperaba que quedara un mal sabor sin embargo no fue así ya que lo único que quedó fue el sabor del plátano, entonces el amo les dio una nalgada, Warrioth no sabía que era lo que eso significaba y rápidamente volteó a ver al su compañero el cual inmediatamente se hincó y el procedió a hacer lo mismo y ambos quedaron de rodillas, entonces el agente secretó se les acercó y les ordenó que le mamaran tanto el trasero como su verga y sus huevos, así que mientras que uno se dedicaba a darle placer por delante, el otro lo hacía por detrás lamiéndole y besándole las nalgas, para posteriormente enterrar su cara en ellas y proceder a lamerle el ano, y el que estaba por delante tenía que mamarle la verga y metérsela toda en la boca aunque con eso tuviera conatos de vómito para posteriormente lamerle y succionar cada uno de sus huevos en su boca, para después tener los dos al mismo tiempo dentro de ésta y repetir todo el proceso hasta que les indicara que debían de parar. -Debería de castigarte por no haber obedecido mis órdenes inmediatamente,- Le dijo el Agente secreto a Warrioth. -Lo siento amo, y le pido que me perdone pero es que nunca había hecho algo como esto. -Esa no es una excusa, eres un esclavo y como buitre debes de obedecer sin vacilar a un ser superior, ya que tú eres el ejemplo a seguir de los esclavos que están bajo tu responsabilidad, con respecto a ti- y se dirigió al otro esclavo- debes de ser más cuidadoso en tu persona, el castigo que te apliqué hoy realmente no estuvo a la altura de tu falta, pero para tu buena surte hoy me siento bondadoso y no solo ya no te voy a aplicar otro castigo sino voy a hacer algo inaudito, y eso es que te voy a dar el privilegio de que castigues al esclavo por no haberme obedecido, y espero que el castigo que le vayas a aplicar sea de mi agrado porque de lo contrario voy a cambiar de opinión y te voy a castigar muy severamente. Warrioth se quedó helado al escuchar lo que el agente secreto estaba diciendo. - Amo, realmente agradezco su bondad y misericordia ante este despreciable esclavo, y si a usted le parece bien, la tortura de las tetillas es un buen castigo, ya que es muy doloroso el tener que trabajar mientras están pellizcadas ya sea con pinzas para ropa o con pinzas especializadas.- Dijo el esclavo más viejo. -Me parece buena idea esclavo, así que prepara al cara de nalga y cuando esté listo ponlo a trabajar en actividades que impliquen el movimiento de su zona pectoral, así el dolor será muy intenso, y utiliza pinzas con dientes y cada treinta minutos velas apretando más, y esperó que con esto el cara de nalga no se olvide de que su principal objetivo en este mundo es obedecernos sin rechistar. -En seguida amo. Ambos esclavos se alejaron y Warrioth estaba realmente furioso. -¿Porque no me ayudaste? -Tu perfectamente sabes que no tenía elección, aquí a los amos se les obedece ya sea por las buenas o por las malas y eso ya tú lo sabes, además él te quería castigar y me utilizó como pretexto para hacerlo, su objetivo es hacer que nos peleemos para que nuestra vida aquí aún sea más miserable. -Pero seleccionaste que me torturaran los pezones, tú sabes perfectamente que eso es muy doloroso. -¿Ya anteriormente te han torturado los pezones? -No exactamente, pero un día alguien me las pellizcó y el dolor fue muy fuerte. -Pues si, es algo muy doloroso, pero es preferible esto a que te haya castigado de otra manera, simplemente ve como tenía a los esclavos en los calabozos del sótano, no tienes ni la más remota idea de lo que es estar en esa condición por un tiempo prolongado. -Tengo que escapar de este lugar y cuanto antes lo haga mucho mejor. -Tú si que estás loco, nadie ha podido escapar de la isla, es prácticamente imposible, las corrientes cercanas son muy fuertes, y tarde o temprano terminarías siendo regresado aquí, y más aparte debes de pensar en los demás esclavos, ya que aquí no estás tú solo, y el intento de escape es una trasgresión muy seria y muchos inocentes pagarían por eso. -¿Y que se supone que debo de hacer? -Nada simplemente obedecerlos. -Oye yo no pedí venir aquí a vivir, me trajeron en contra de mi voluntad. -¿Y eso que tiene que ver?, aquí lo que realmente cuenta es que ya estás y que eres de su propiedad. -Yo no soy propiedad de nadie y quiero que eso te quede bien claro. -Cállate y no digas estupideces, les pertenecemos y eso es lo que verdaderamente importa, y debemos de comportarnos según las reglas que ellos pongan, y no hay manera de que nos salvemos de eso, y entre más pronto lo entiendas es mejor para todos. Llegaron a la caseta en donde habían preparado el alimento y el esclavo más viejo tomo una cadena la cual a cada extremo tenía unas pinzas con dentaduras y le dijo a James. -Es mejor que no te muevas, te va a doler mucho, pero es mejor que queden instaladas a la primera. Entonces llevó la primera pinza al pezón derecho y con un movimiento hábil lo tomó entre sus dedos y puso la pinza en la tetilla, esto hizo que Warritoh gritara de dolor, entonces volvió a hacer lo mismo con la tetilla del lado izquierdo obteniendo el mismo resultado. -Quítamelas por favor me están matando, me lastiman mucho.- Dijo James desesperadamente. -Lo se, y para tu información esto es para castigar no para premiar a nadie, así que ahora vamos a que cortes el césped y lo recojas ese va a ser tu primer trabajo. -Pero ¿como quieres que lo corte? si no puedo mover los brazos, ya que al hacerlo tengo que mover los pectorales y me lástima los pezones y créeme que el dolor es insoportable. -Más te vale que lo hagas si no quieres que el amo venga y al ver que no lo has obedecido tu castigo sea peor. A Warrioth no le quedó más alternativa que hacer lo que el amo había ordenado, pero su castigo se prolongo por varios días más, ya que mientras que estuvo sirviendo al agente secreto el amo le ordenaba al viejo esclavo que se las pusiera, y para el final de su servicio el dolor que sentía era insoportable, ya que no se pudo acostumbrar a éste, y lejos de sentir placer, cada día sus pezones estaban más lastimados y resentía que se las pusieran. Cada día que pasaba al servicio del agente secreto éste encontraba nuevas maneras de hacerles el día más difícil que el anterior, pero de lo que Warrioth se puedo dar cuenta fue de que la mayoría del trabajo que tenían que hacer no tenía sentido, y que eso iba bajando su autoestima y lo único que realmente deseaba en forma desesperada era poder volver a la esclavera y ver como estaban sus chicos. Cuando James fue autorizado a volver a ésta lo primero que hizo fue preguntar por lo que había pasado con el asistente que había castigado, y le dijeron que llegó a tal grado el hedor de sus excrementos que los amos lo habían castigado degradándolo, eso lo hizo sentir mejor pero aún había más sorpresas. Warrioth estaba muy ocupado intentando organizar sus actividades ya que la falta de atención prolongada a los asuntos de la esclavera por la ausencia obligada, provocó que muchas cosas quedaran pendientes, sin embargo el primer obstáculo que enfrentó fue el de sus asistentes que por supuesto no lo querían y que se habían convertido en un verdadero problema para él, sabía que se tenía que imponer y demostrarles quien era si quería realmente poder navegar sobre aguas tranquilas en todo lo referente a su desempeño como buitre, y por lo tanto tomar las medidas necesarias para que los asistentes o centuriones supieran que o se alineaban o la iban a pasar muy mal. Así que mandó llamar a los esclavos de su confianza que eran Andrew, Robert y Stephan y se pusieron a analizar la situación, sobre todo tomando en cuenta que los asistentes no habían hecho nada en su ausencia dejando que todo se atrasara, y obligando a los jóvenes esclavos fieles a él a que se tuvieran que involucrar para llevar a cabo las tareas más importantes, arriesgándose a ser castigados por desobedecer a un superior. -Los he mandado llamar porque nos tenemos que organizar, las funciones que tenemos que desempeñar es la de proporcionar esclavos para que les den placer a nuestros amos o a la gente que ellos designen, sin perjudicar las actividades económicas en las cuales los esclavos participamos, además de ver que vamos a hacer con los centuriones fieles al buitre anterior.- Dijo Warrioth. -Lo primero que tenemos que hacer es mandarles un mensaje muy claro de que no los vemos con buenos ojos James, de antemano han estado hostigando a los esclavos que te son fieles.- Dijo Andrew. -Si, lo sé y créeme que no me agrada, les quise dar una oportunidad pero por lo que veo no entienden, y ahora no me queda más remedio que deshacerme de ellos, al parecer el castigo que le impuse a uno de sus compañeros y la degradación que sufrió no fue suficiente advertencia y han seguido con su actitud rebelde. -¿Por qué no los degradas y los conviertes en piojos?- Preguntó Robert. -Esa es una solución pero no es la más adecuada, ya que tenemos que considerar que podría haber esclavos de bajo rango que les son fieles y que nos podrían ocasionar mucho más problemas que ellos mismos, aquí tienes que demostrarle a los demás lo fuerte que eres y además hacer uso de tu inteligencia para deshacerte de tus enemigos, así que lo más conveniente es que tomemos acciones en las cuales demostremos que no los necesitamos y por lo tanto no son útiles, y les infundamos temor haciéndoles pensar que en cualquier momento van a ser degradados al no satisfacer mis demandas y necesidades, sin importar si tienen apoyo de otros esclavos o no y que nos tiene sin cuidado ese aspecto en específico.. -Creo que hay una forma en la cual podemos humillarlos- Comentó tímidamente Stephan. -Así me gusta que me den ideas para poder empezar a solucionar los problemas así que soy todo oídos Stephan, y si tu idea es lo suficientemente buena podríamos aplicarla a los cabecillas de los centuriones. -Generalmente se mandan a los piojos, los obreros y administradores para que sirvan a los amos que no son importantes, y a los centuriones e incluso tribunos para los amos que si lo son, por supuesto que eso le da peso al status que ostenta el esclavo y se marca una diferencia, claro está que eso depende del gusto del amo ya que él puede pedir al esclavo que quiera no importando su posición o condición, sin embargo existe un código que marca que de esa forma se deben de enviar a los esclavos a servir a los amos cuando ellos no piden a un esclavo en específico, así que creo que lo que se puede hacer es empezar a mandar a los centuriones con los amos de bajo rango y eso va a traer una gran preocupación entre todos ellos, porque eso les va a quitar prestigio ante los propios centuriones y todos los esclavos que estén debajo de ellos, y para todos es bien sabido que cuando un esclavo de alto rango pierde prestigio, empieza a perder poder y por lo tanto se le dificulta el mandar a los otros esclavos, porque queda sujeto a las burlas de todos nosotros y principalmente del buitre que lo mando, y si esto lo generamos aquí afectaría su imagen ante los demás esclavos de su mismo rango en las otras esclaveras ya que aquí las noticias corren como reguero de pólvora, y quedarían sujetos a la venganza de los demás esclavos de su misma posición porque ellos estarían sujetos a ese mismo castigo, porque estoy seguro de que los demás buitres seguirían tu ejemplo. -Me agrada tu idea Stephan, y es una gran opción para llevarla a la práctica, ahora me gustaría escuchar otras ideas. Andrew pidió la palabra y todos le pusieron atención. -La idea de Stephan es excelente, pero creo que deberíamos ir un poco más allá, no hay que perder de vista que la gran mayoría de los esclavos tenemos una vida sexual bastante activa ya sea por nuestra propia voluntad o porque somos obligados a ello, y el hecho de estar desnudos hace que muchos de los esclavos se exciten y busquen con quien poder tener sexo, creo que esos bastardos podrían ser obligados por ordenes tuyas James a tener sexo con los esclavos que estén excitados, con eso realmente va a cundir el pánico entre ellos, ya que todos los esclavos incluyendo los de más bajo rango podrían exigirles que los satisficieran, y por lo tanto el respeto que pudiera infundir su posición se vería seriamente afectando, y tendrían que afrontar las burlas de los esclavos inferiores y con eso quedarían sentenciados a ser degradados. -Me parece una excelente proposición, y creo que las dos ideas que hasta el momento hemos escuchado se pueden combinar perfectamente y sus resultados serían devastadores para los asistentes rebeldes. ¿Robert se te ocurre algo para solucionar este problema?- Preguntó Warrioth sin quererlo dejar fuera de la toma de decisiones. -No lo se James se me ocurre una pero se me hace muy descabellada. -Compártela con nosotros y ya veremos que es lo que podemos hacer para hacerla viable en caso de que tuviéramos que cambiar algunas cosas. -Bien, lo que se me ocurre es que le pongamos un impuestos a los centuriones que no quieran colaborar contigo. -¿Un impuesto?, los amos no nos dan nada y lo poco que nos llegan a dar como por ejemplo trapos para cubrirnos son prestados ¿cómo pagarían un impuesto?- Preguntó Andrew desconcertado. -Andy, ¿por qué no dejas que termine Bobby de exponer su idea?, te escuchamos- Dijo Warrioth. -Lo que dice Andrew es cierto nosotros no tenemos nada, ni tan siquiera los harapos que nos dan los amos para cubrirnos cuando nos lo dan, sin embargo hay algo que si nos pertenece y que incluso lo podemos compartir y eso es tanto el agua como la comida, lo que propongo es que pongamos un impuesto a todos aquellos centuriones que no se sometan voluntariamente a ti. Warrioth sonrió ampliamente ante la idea de Robert, ya que era cierto, lo único que les pertenecía a los esclavos era la comida y el agua una vez que se las habían dado, y si se los quitaban sería un duro golpe. -Es una idea muy interesante Bobby, pero ahora dinos ¿a que le aplicaríamos ese impuesto y como se los vamos a cobrar?- preguntó James. -Bueno eso es muy sencillo, se les va a cobrar un impuesto por todos aquellas partes de su cuerpo que indiquen que pertenecen al sexo masculino. Stephan se quedó perplejo al escuchar lo que estaba diciendo Robert y no comprendía como se podía aplicar un impuesto al cuerpo humano así que decidió preguntar. -Perdón Bobby pero honestamente no entiendo nada de lo que estás proponiendo. -Mira Sthephan, les podemos cobrar impuestos por la manzana de Adán, un impuesto por cada pectoral y pezón, un impuesto por el pene un impuesto por cada testículo y el escroto, un impuesto por cada nalga, un impuesto por la cara, un impuesto por el abdomen y un impuesto por el ano, y de esa manera tanto la cantidad de agua como de comida que reciban se va a ver disminuido considerablemente. Todos se quedaron atónitos ante la idea de Robert, sin embargo a Warrioth le agradaba ya que si se aplicaba un impuesto de comida y agua por cada parte de su cuero que indicara que era distintivo del sexo masculino pues realmente les iba a afectar, sin embargo había algunas cosas que no le quedaban muy claras. -Bobby, tu idea me parece realmente excelente, pero hay una cosa que no me queda clara y esa es ¿porque se les tendría que cobrar impuestos por cada nalga, por el ano, por la cara y por el abdomen?, eso también lo tiene las mujeres. -James, tanto las mujeres como los hombres tenemos pechos y pezones, pero son diferentes así que en los hombres se les llaman pectorales y es una diferencia básica y notable, en las nalgas es lo mismo, el trasero del hombre es muy diferente al de la mujer, por lo tanto es una clara diferencia entre ambos sexos, y con respecto al ano pues simple y sencillamente porque es lo que las nalgas ocultan, además el ano es la entrada al recto y este está en contacto con la próstata la cual no tiene las mujeres, el impuesto sobre la cara es algo muy sencillo porque a los hombres nos sale vello ahí cosa que no pasa con ellas, y el abdomen del hombre es muy diferente al de la mujer. -Comprendo perfectamente a lo que te refieres, y creo que las tres ideas son excelentes y se pueden combinar perfectamente, ahora me gustaría saber si tienen alguna observación.- Dijo Warrioth mirando intensamente a sus tres jóvenes ayudantes. Todos los presentes se quedaron en silencio analizando cada una de las propuestas que se habían mencionado y pensando si existía una manera más efectiva en que se pudieran combinar para que el castigo fuera más efectivo, y que todos los asistentes rebeldes realmente sintieran el rigor de cada uno de éstos y lamentaran el no haber querido apoyar al nuevo encargado de la esclavea. -Bueno ya hemos expuesto cuales son las medidas que les vamos a aplicar a todos los asistentes que no te han querido apoyar, sin embargo ahora falta establecer bajo que circunstancias vamos a aplicar estos castigos ya que considero que deben de ser graduales- Dijo Robert, entonces Stephan comenzó a hablar. -Creo que eso no es ningún problema ya que a mi criterio el primer castigo que se debe de aplicar es el del impuesto, eso debe de ser suficiente para que entiendan que no se va a tolerar una conducta inapropiada, ya que es espantoso tener que estar con hambre y sed, después creo que se podría aplica el castigo de obligarlos a satisfacer las necesidades sexuales de los demás esclavo no importando su rango, y eso por lógica llevaría al de enviarlos con los amos de bajo rango cuando soliciten algún esclavo para su entretenimiento y placer, ya que como es de esperarse los amos se van a enterar de todo esto y los van a considerar promiscuos y probablemente no quieran tener relaciones con ellos aunque no en todos los casos se va a aplicar este criterio, tengo conocimiento que a muchos amos superiores no les gusta que los esclavos de alto rango se anden acostando con cualquiera, sin embargo hay una cosa que realmente me preocupa, y esa es que los amos nos vayan a querer imponer el famoso impuesto a todos lo esclavos, eso realmente me tiene muy preocupado. -¿Por qué los amos harían eso?- Preguntó Robert. -Para hacernos la vida más difícil y de esa forma tenernos más controlados.- Dijo Andrew. -De todas formas tengo que hacer algo para afianzarme y darles a entender a estos tipos que conmigo no se juega, aunque claro tengo que ser justo y si se lo aplico a ellos por hacer algo que está mal me voy a tener que ver en la necesidad de aplicárselos también a los demás si hacen algo que no esté de acuerdo a lo que yo quiero, aún así lo que menciona Stephan es muy cierto, corremos un riesgo muy grande de que los amos nos quieran imponer ese impuesto y entonces nos saldría peor el remedio que la enfermedad, así que lo tengo que pensar muy bien antes de poder decidir si aplicamos el castigo del impuesto, pero por el momento pensemos que va a ser así -Es justo lo que dices pero creo que podemos hacer algo, aplicar este castigo en específico a todos aquellos que te quieran desafiar, y los demás castigos ya existentes que se apliquen por no seguir las reglas de la esclavera, creo que con eso vamos a poner una gran diferencia.- Dijo Andrew. -Bien Andrew quiero que juntes a todos los esclavos que forman parte de nuestra esclavera, y junto con Robert y Stephan les hagan saber que pueden venir sin temor a presentar las quejas que tengan en contra de los asistentes, y además háganles saber que pronto se aplicaran nuevos castigos para aquellos que se hayan atrevido a desobedecerme y desafiarme, y de paso mándame al cabecilla de los centuriones rebeldes creo que es hora de ajustar cuentas con él. Warrioth estaba viendo todas las órdenes que habían enviado los amos que tenían que ser cumplidas, y realmente se sintió abrumado ya que jamás había pensado que fuera tan complicado ser un buitre, a pesar de que el nombre que le habían dado a ese nivel dentro del rango de los esclavos era tribuno jamás se utilizaba. Dentro de las funciones que le correspondía a la esclavera en la cual era buitre, no solamente le correspondía enviar esclavos para satisfacer las demandas así como los caprichos de los amos, sino además tenía que coordinarse con los demás buitres para que ellos proporcionaran también esclavos para tal fin, y otras actividades tales como las productivas y recreativas e incluso administrativas y eso si que era un mundo de trabajo, estaba clasificando todos los documentos que tenía como pendientes, cuando llegó el cabecilla de los asistentes rebeldes completamente desnudo tal y como tenían que estar todos los esclavos integrantes de su eslcavera por ordenes que él mismo había dado. -¿Me mandaste llamar? -Si, he estado viendo las solicitudes de esclavos que me han hecho los amos, y creo que tú eres el indicado para ir con uno de ellos ya que está solicitando urgentemente a uno. El asistente sonrió al escuchar lo que le decía Warrioth, ya que sabía que iba a ser enviado con un amo muy importante -Así que ahora me necesitas, ¿qué pasaría si me niego a ir? -No creo que el amo quedara muy complacido, y te garantizo que te castigaría. -Te equivocas al que castigarían es a ti. -Piensas que soy tonto, pero no me conoces, ahora toma una decisión, porque el amo cree que ya estás en camino y por supuesto que tuve que dar tu nombre para que te dejaran pasar, así que si no te presentas pues ya sabes lo que te esperas. El asistente estaba furioso, Warrioth se le había adelantado y ya no podía hacer nada, ya que como el amo tenía su nombre si no se presentaba, lo iba a castigar directamente él y no a James. -No creas que te vas a salir con la tuya Warrioth. -Si piensas hablar mal de mí ante el amo, temo desilusionarte ya que no vas con un amo superior, sino con uno inferior. El asistente no podía dar crédito a lo que estaba escuchando y explotó. -¿Qué a caso no sabes que los asistentes de los buitres solo vamos con los amos superiores? -Claro que lo se pero decidí hacer un cambio en esa estúpida regla y no hay nada que me lo impida, además porque tendría que beneficiar a alguien tan despreciable como tú, que lejos de colaborar conmigo y conservar su status y bienestar, has estado hostigando a los demás esclavos para de esa forma ponerlos en mi contra y hacer que me quiten para que tú u otro de tus malditos compañeros ocupen mi lugar y sigan torturando a los demás esclavos que ni la deben ni la temen, ya que solo cumplen con las reglas que los amos han puesto, y como ya te pudiste dar cuenta no soy tan tonto como pensaste, este hecho te va a traer un desprestigio muy grande entre tus amigos, así que fue fácil hacerte a un lado porque al ver que te tuviste que doblegar a una de mis órdenes ya no van a confiar en ti , y si te atreves a desobedecer la orden el amo te va a castigar muy severamente y el miedo va a cundir entre ellos así que ahora estás acabado. El asistente gritándole a Warrioth le dijo. -Eso está por verse, no sabes de lo que soy capaz, mis compañeros y yo tenemos más fuerza de la que te imaginas y te vas a arrepentir de esto. -Lo único que te puedo decir es que no estás en posición de amenazarme, y esto apenas es una pequeña prueba de lo que soy capaz de hacer, ahora lárgate si no quieres que el amo te castigue y tu humillación sea peor, y que cuando regreses yo también tenga el placer de castigarte, ya que no debes de olvidar que yo puedo hacer lo que quiera contigo y tus compañeros, esa es otra pequeña gran ventaja que tengo sobre ustedes y no lo olvides. El asistente salió echando chispas, y lo peor del caso para él era que Warrioth se había encargado de desacreditarlo ante sus compañeros y por lo tanto ya no tenía ninguna posibilidad de contar con él apoyo de ellos para llegar a ser buitre, ya que había sido forzado a obedecerlo y eso ante sus compañeros iba a ser imperdonable, pero lo que más le molestaba había sido su falta de habilidad para poder anticiparse a lo que Warrioth hubiera podido hacer, y ahora estaba pagando un precio muy alto por ello, ya que sin el respeto y apoyo de sus compañero la lucha por su propia supervivencia había comenzado. El esclavo llegó a uno de los edificios en donde se alojaban los amos de menor importancia y dio su nombre, el guardia que estaba a cargo lo verificó y tomándolo de los pelos lo obligó a hincarse y así lo llevó hasta la puerta del cuarto del amo que lo estaba esperando, por supuesto que este no era el trato que esperaba que le dieran a un asistente de buitre ya que con los amos de mayor importancia no se les trataba de esa forma, por lo tanto la humillación que sintió por haber sido obligado a ir de rodillas y siendo jalado de los pelos fue muy grande y lo peor del caso es que sabía que Warrioth iba a sacar provecho de eso, ya que estaba seguro que el había ordenado que lo trataran así. Al llegar al cuarto asignado al amo que iba a servir, el guardia tocó la puerta y cuando autorizó que entraran el guardia con una patada en las nalgas le indico al esclavo que lo hiciera y este cautelosamente entró. El amo era de piel negra pero muy bien parecido y con un cuerpo muy musculoso, no tenía vello corporal, el pelo de su cabeza lo tenía corto y el vello del púbis lo tenía rasurado, se encontraba en su cama acostado boca arriba y desnudo, y al ver que se trataba del esclavo golpeó suavemente el colchón varias veces para indicarle que lo quería a su lado. El esclavo dócilmente obedeció y se sentó en el lugar que le había indicado. Los contrastes en los colores de la piel eran muy notorios pero al mismo tiempo muy excitantes, ya que el esclavo era blanco y de pelo castaño claro, y al igual que el amo tenía el pelo de la cabeza corto, el vello púbico rasurado siendo un mechón muy corto y no tenía vello en su cuerpo. El amo le ordenó que le empezara a mamar la verga, así que el esclavo se recostó sobre su lado derecho para empezar a chupar y lamer aquel miembro gigantesco, entonces el amo llevó su mano a la verga del esclavo y lo empezó a masturbar, también llevó su otra mano al pezón izquierdo y empezó a jugar con él. El esclavo para facilitarle al amo el acceso a su verga separó lo más que pudo sus piernas levantando la izquierda y el pie quedó apoyado sobre su pierna derecha la cual estaba de costado sobre la cama, así que mientras que el esclavo mamaba la gigantesca verga de su amo, este se encargaba de masturbarlo y de jugar con su pezón. Por varios minutos estuvieron así, hasta que el amo se tensó y obligó al esclavo a llevar su boca a su gigantesco glande para sentir más placer y obligarlo a beberse todo el semen que expulsó, el esclavo sabía que debía de tragarse todo el líquido viscoso que había producido el amo sin derramar una sola gota, sino quería ser castigado severamente bajo el argumento de no haber apreciado el precisos regalo que le había dado un ser superior, así que tuvo que tragar rápidamente todo el semen que estaba saliendo del cuerpo del amo. Para sorpresa del esclavo el amo no demostró ninguna señal de cansancio después de la eyaculación, e inmediatamente se empezó a masturbar y le ordenó que se pusiera a gatas en el suelo y que esperara en esa posición, así que el esclavo no tuvo más remedio que obedecer al amo y esperar las órdenes que este le diera. Billy49mx@yahoo.com.mx