Date: Wed, 6 Jan 2016 13:13:00 +0000 (UTC) From: Alejandro Fox Subject: Una tarde sin nada para hacer 2 Una tarde sin nada para hacer (A second part of a fictional story involving a 13th year old teen boy and a man.It has explicit descriptions of male gay sex. In spanish) Kevin cerró la llave de la ducha, corrió la cortina y se envolvió en el toallón que colgaba al lado del espejo. Y mientras secaba su espigado y grácil cuerpo de adolescente, adoptaba posiciones sensuales frente al espejo, quitaba su toallón , se lo anudaba y desanudaba moviéndose provocativamente, moviendo su cintura, que a más de un hombre de sólida moral se le haría dificil ocultar su erección al verlo así. Tenía trece años. No había nadie en casa, qué bueno... aprovechaba para pasearse desnudo, tirarse en el sofá del living y dar libre vuelo a su erótica imaginación. Al cerrar los ojos desfilaban aquellos personajes con quién había tenido contacto apenas unos días antes. Ojalá alguno de ellos estuviera allí , se decía levantando una rodilla y deslizando una mano por entre sus nalgas, haciendo presión en su zona perineal, tan sensible, que le hacían dar gemidos apenas audibles. De su pubis liso, tapizado por un vello casi transparente apenas visible, su sexo despertaba con aquellos estímulos. Resistió a la tentación y decidió no masturbarse. Aquella tarde no quería quedarse en casa. Recorrería el mercado,se pasearía, iría a la piscina pública..., cualquiier cosa antes que deambular solo o mirar tele. Optó por lo último. La piscina. Tal vez el hombre en lo de quién había estado lo aguardaba, no le había dicho que lo quería ver de nuevo? Fue a su cuarto y se vistió. Jeans rasgados cortados a tijera por encima de las rodillas y remera blanca un número más grande. Le gustaba la ropa holgada. Y una pequeña mochila con su traje de baño anaranjado, el único que tenía. Se peinó: el pelo hacia un costado, que una vez seco caería hacia adelante, tapándole los ojos. No tenía que decir a nadie adonde iba, su madre volvería tarde. Salió a la calle bajo un sol intenso y agobiante. No veía el momento de tirarse al agua, por más atiborrada que esté esa piscina. Pero al acercarse le extraño que no hubiera el acostumbrado bullicio: estaba cerrada. "Hoy cerrado por desinfección", decía el letrerito colgado del portón. Quedó aguardando un rato apoyado en la pared al lado de la entrada. No sabía qué hacer. No venía nadie. No pasaba nada. Emprendió el regreso, pateando latas. ..Y la casa de aquel hombre que conoció? No estaba lejos. Kevin recordó el camino. Era por la misma calle, todo derecho unas diez cuadras. Tampoco era cerca. Percibió los latidos de su corazón al recordar aquellos momentos. Por qué no visitarlo..Se alegraría de verlo. Caminó las diez cuadras. Ubicó la casa : recordó la puerta del garage por donde habían ingresado con el auto. Al lado estaba el portoncito de entrada que daba a un mini jardín. Tocó el timbre... Esperó y volvió a tocar. Nadie contestaba. Kevin estaba frustrado, una tras la otra, las cosas hoy no se le daban. Despues de tocar una tercera vez y esperar un buen rato con la esperanza de verlo llegar, se rindió y se fue. No pegó la vuelta, siguió derecho hacia el centro, unas cuantas cuadras para caminar. De regreso tomaría el bus, apenas su dinero le alcanzaba para eso, qué había hecho con el resto que el hombre de la piscina le había dado, no lo recordaba. Se cruzó con dos muchachos que venían de frente. Al pasar uno de ellos le guiñó un ojo y el otro le dijo algo que no entendió mientras largaba el humo de su cigarrillo. Kevin siguió caminando, tenso, y después de media cuadra se dió vuelta. Por suerte estaban ya lejos. Respiró aliviado. Llegó hasta el cruce con una ancha avenida. Recordó que hacia la derecha estaba el Parque Grande de la ciudad. Bajo la sombra de aquellos árboles se estaría bien fresco. Decidió no ir al centro, el parque sería mejor. Pasó por delante de la casa donde vivía su profesor de guitarra. Miró hacia arriba, era el balcón del quinto piso. Lo recordaba.Tenía las persianas abiertas.Aquel hombre lo había iniciado, no tanto en el arte de tocar guitarra, sino más bien en los caminos del placer corporal. Una tarde en que no había nadie en casa estaban solos, el profesor y él. La segunda parte de la lección la pasaron en la cama del cuarto del chico. No era culpa del profesor. Kevin se divertía provocándolo, vistiendo schorcitos y camisetas sin mangas los días de las lecciones, pues había descubierto que eso turbaba al señor. Lo que no supo bien medir fueron las consecuencias. No las de aquella tarde, que no pasaron de las caricias, risitas, palabras dulces, sino las de un par de días después, en que dejó de ser virgen en el departamento del profesor, en la mitad de sus doce años. Desde allí arriba habia visto a través del ventanal del balcón el parque grande. Decidió continuar por la ancha vereda que bordeaba el parque por un lado y la avenida por el otro. Percibió el motor de un auto que se acercaba con lentitud. El vehículo ,negro, se detuvo a su altura. Kevin miró a través de la ventanilla que acababa de abrirse. El conductor le dijo algo que no entendió. Se encogió de hombros y le dijo "no sé.." con una sonrisa. "Qué querría?", "Si está perdido que le pregunte a otro..." Siguió caminando como si nada pero estaba algo nervioso. Se volvió para mirar.. el auto aún estaba allí y comenzó a rodar hacia él en marcha lenta, pasó a su lado y se detuvo unos veinte metros más adelante. El chico sintió los latidos resonar en su pecho. "Claro ... uno de esos tipos que buscaban pasarla bien con un chico, un pedófilo..que me sigue porque no tengo pelo en las piernas. Y qué va a pasar si le llevo la corriente? Total.. no tengo nada que hacer. Un monstruo difícil que sea. De todas maneras me sé defender" Cuando se acercó el auto, se vió otra vez interpelado:"Estoy paseando.. no quieres dar una vuelta conmigo?" Kevin dudó un instante; se abrió la puerta del automóvil. Se decidió y entró. Se ubicó en el asiento amplio y cómodo de adelante. Debía ser un auto caro. Miró al conductor: cara redonda, pelo gris cortado al ras,y un cuello de toro. Menos de cincuenta no debía tener. Porqué no miró mejor antes? No hubiera subido.Tenía bastante de intimidante. "No me mires así que no soy un ogro". Kevin se volvió para mirar por la ventanilla, el auto había entrado por una de las calles sinuosas del parque. "Usted se parece a un tío mio, él maneja un camión". El hombre soltó una risa sonora:"vaya parecido que me encuentras".."y tu pareces una gacela asustada", dijo cambiando la voz a un tono más suave, y apoyó una mano sobre la rodilla del chico, con la otra conducía. "No te molesta, verdad?" Kevin seguía mirando por la ventanilla, "no.." dijo finalmente. Trató de sobreponerse a la aprensión que sintió al inicio. La mano seguía apoyada haciendo una leve presión con sus dedos que jugueteaban con la rodilla."Debes comer más. Tienes que engordar un poco... rellenar esas largas piernas". "Estoy bien así", contestó seco y miró de reojo la cintura del hombre . Vió el bulto saliente en el pantalón."Debe tener la pinga dura y parada" y volvió a mirar por la ventanilla."Sí" agregó el hombre,"estás muy bien asi". Complacer a hombres grandes y desconocidos eran las fantasías sensuales con las que gustaba jugar en sus momentos solitarios. Estaba en esa situación, aquello lo excitaba y el deseo comenzaba a despertar en él. Quería aplacar la erección de su sexo, que el hombre no se diera cuenta. Pero la mano volvió al volante para hacer una maniobra de giro, el auto tomó un camino que bordeaba una laguna. "Bonita laguna, la conoces?" El chico asintió:" cuando era chico me traían muchas veces". Siguieron bordeando la laguna hasta el fondo del camino , allí había un amplio parque para estacionar. Algunos vehículos estaban detenidos, separados unos de otros. "Vamos a parar aquí. Me gusta este lugar para disfrutar de la vista". El auto giró y se detuvo bajo un enorme árbol, justo frente a la laguna. Los otros vehículos estaban a cierta distancia. "Parece que le gustan los chicos?", preguntó de golpe Kevin cuando el motor se hubo detenido. Hubo un silencio, el hombre no esperaba aquella pregunta. Se volvió a él y se acercó: "si.. claro que no la mayoría, pero tú eres el tipo de chico que me gusta, por eso quise que subas al auto". Y en voz más baja: "te daré lo que me pidas... y no debes tener miedo, no te haré daño. Si no quieres estar aquí conmigo te llevaré de regreso adonde te encontré o adonde tú quieras. El chico lo miró en silencio, la oferta lo dejó algo confundido. Con el hombre de la piscina había pedido casi como un juego, pero en ese momento no se le había ocurrido la idea del dinero. Tampoco era cuestión de tener miedo e irse.El no era así. No era lindo el tipo, pero no parecía malo,además sabría defenderse, salir corriendo, pedir socorro... conocía el parque, allí lo defenderían. Nada de eso..quería sobre todo quedarse,ver qué pasa, aquel momento era como si fuera una de esas fantasías suyas que lo dejaban sin sueño en su cama. El hombre movió la palanca que hizo desplazar el asiento hacia atrás."ven aquí niño, cerca mío. El chico lo miró ... vaciló... "Vamos, ven pequeño... ya dije que no soy un ogro, no te voy a morder". El chico volvió a mirarlo fugazmente, se decidió y se acomodó al lado del hombre. "Eso es". Pasó el brazo por detrás de la espalda de Kevin rodeando su cintura. Lo apretó contra su cuerpo. El chico que estaba tenso se fue relajando."Eso.. no tienes porqué ponerte nervioso, la vamos a pasar bien..." La mano ancha se metió debajo de la remera, acariciaba su piel. Fue trepando por el flanco y subió hasta el pecho. "Tienes una piel casi de niña",le susurró al oído,"bien suavecita"."Mírame".. el chico lo miró y sus bocas quedaron muy cerca. El hombre la aproximó a los labios del adolescente, quien los dejó entreabiertos, invitándolo. Se besaron,cortitos toques al principio, hasta que ambas bocas quedaron selladas en un beso prolongado. El hombre metió su lengua y Kevin la dejó explorar a su antojo, sintiendo la ancha mano que recorría su espalda. Se separaron de golpe. El hombre aflojó su cinturón, se desabrochó el pantalón y lo arrastró junto con el slip hasta las rodillas. surgiendo como un resorte su pene, de entre una espesa mata negra. Kevin miró. Era más bien corto,pero parado como un árbol, tenía una cabeza prominente que se extendía hacia lo ancho, como un hongo. "Pon tu boquita..."murmuró. El chico obedeció, y sostenida su cabeza por dos anchas manos, abrió la boca. La cabeza del pene entró dilatando los labios haciendo un anillo. Kevin la recorrió con la lengua, apretando el glande contra el paladar, allí donde se unen las dos mitades salientes, y trató de ponerla más adentro, que le llegara hasta la garganta."Hasta ahi, chico" dijo el hombre, "Me vas a hacer acabar en tu boca, y eso no te gustará, tampoco a mí.. no quiero echar tan pronto". Kevin se incorporó y volvieron a besarse, esta vez la gana vino del chico. "Desnúdate.. que estoy con ganas de follarte.." le susurró al oido mientras mordisqueaba su cuello. Kevin volvió a su asiento, y comenzó a quitarse la remera. El hombre lo ayudó llevándola con sus manos hacia arriba mientras el chico levantaba los brazos.Y mientras se desataba las tenis, su compañero en el asiento de al lado se desabrochaba la camisa. No era fácil desvestirse en un lugar tan reducido. Cuando el hombre se hubo quitado los zapatos, Kevin, ya desnudo lo miraba cómo se deshacía de sus pantalones." Ponte en el asiento de atrás, allí hay más lugar". El chico se deslizó con agilidad y se tendió a lo largo del asiento, doblando las piernas. El hombre se desplazó con mayor dificultad, después de tomar de la gaveta de la puerta del auto un pomo, que apretándolo extrajo un gel verde y untó abundantemente su sexo, Kevin recordó que el mismo pomo había en el baño de su casa. Llegó al asiento de atrás balanceando su verga erecta, instalándose con cuidado sobre el chico que se había movido para acomodarse mejor al cuerpo que ahora lo cubría, hundiéndose la butaca en un murmullo de elásticos. Sus caras quedaron enfrentadas."Mi amor.. murmuró el hombre con voz cambiada. Buscó besar la boca del chico quién respondió con generosidad. Kevin llevó su manos a la espalda del hombre, sentía el peso del cuerpo encima suyo, y sobre todo el mango duro apretado sobre su vientre. El hombre buscó mejor ubicación y se acomodó de manera que su verga quedara entre las nalgas del chico, que habia separado sus piernas lo que aquel espacio reducido le permitía. El hombre empujó .. una.. dos veces, y la prominente cabeza penetró en el ano. El cico gimió en voz alta, y debió escucharse fuera del auto, un dolor insoportable, pero el hombre,impasible siguió avanzando por el estrecho túnel. Sintió aquella cabeza ancha que se movía en sus entrañas. El hombre jadeaba, murmuraba palabras .." mi amor.. mi vida.." y con excitación cada vez mayor se incorporó, sin desacoplarse, y levantó las piernas del chico colocándolas sobre los hombros,con los pies al aire.. Tenía ahora espacio para empujar con mayor amplitud, con mayor fuerza. Con cada embate la cabeza de Kevin se movía dando contra la puerta del auto. Kevin volvió a gemir, pero ya no era dolor lo que sentía. De su vientre, con aquel vaivén, brotaba una sensación deliciosa, nunca antes sentida con tal intensidad. Se puso a gozar con ardor , gimiendo ruidosamente con la boca abierta y los ojos cerrados. Aferró sus manos a los anchos brazos, moviendo su cintura bajo el pesado vientre del hombre, Y el orgasmo que le siguió fue el mejor que tuvo con la verga de un hombre dentro de su vientre. Ni el señor de la piscina, ni el profesor de guitarra le habían hecho sentir tanto deleite como aquel hombre, que estaba lejos de ser un dios griego,sino más bien corto, feo y ancho. El hombre tuvo el orgasmo enseguida después, hubiera querido prolongar mucho más aquel momento en que su prominente cabeza friccionaba el angosto túnel del chico, pero no pudo contra los reflejos que se iban sucediendo irreversiblemente. Fue intenso también, desencadenado por las contracciones de goce del chico. Le llevó unos minutos recuperar el aliento,teniendo aún su verga encajada en el recto. Finalmente se movió y apartó las piernas que aún estaban sobre sus hombros, saliendo de adentro del chico. Un flujo espeso blanquecino salía del ano dilatado y escurría sobre el asiento. "Me estoy asfixiando".. dijo el niño. "Eres un pícaro.. me hiciste creer que no sabías nada, y casi me matas de un infarto, me tienes que contar una vez tus aventuras" bromeó el hombre mientras se incorporaba pesadamente con sus manos, y logró trabajosamente pasar al asiento delantero, donde comenzó a vestirse. Kevin lo imitó tomando las ropas esparcidas y poniéndoselas en la butaca de atrás. "Déjame las medias, las quiero de recuerdo, tienes unos pies que son para comérselos enteros..". "Casi no tengo" protestó el chico, molesto. El hombre sacó su billetera del bolsillo y le tendió tres billetes grandes." Con esto tienes para comprarte unos cuantos pares.. vamos.. tómalos". "Gracias.." murmuró el chico confundido, era mucho dinero. "Sabes, en mis tardes de cacería paso a veces por allí, despacio por la avenida. Cuando te vi en la vereda del parque pensé que eras uno de esos chicos que buscan que alguien los levante. Es la zona para eso, tal vez no lo sabías. Si no era yo, el próximo lo hubieras tenido enseguida, rodando al lado tuyo y pidiéndote que entres en su auto. Tienes que tener cuidado, hay muchos con malas intenciones, que te quieren ver sufrir para que ellos puedan gozar". Mientras hablaba así puso en marcha el auto y maniobró saliendo del parque de estacionamiento." Cuando te vi de atrás me propuse seguirte... y no dejarte escapar.. y cuando subiste al auto y te miré bien, me dije: es mi día". El chico guardó silencio, mirando por la ventanilla. "Adonde quieres que te deje?". "En la piscina pública, en la entrada", respondió."Pero a esta hora deben estar cerrando!"."No importa, desde allí camino hasta mi casa.. está cerca". No hablaron durante el viaje, hasta que llegaron al lugar que indicó el chico, frente al portón de entrada. "Oye.. pequeño.. me ha gustado estar contigo..ojalá pudiera verte otra vez.. si quuieres darme un teléfono, o un correo donde ubicarte.. me encantaría pasar otro rato contigo.. espero que a ti no te haya sido demasiado pesado. Si necesitas dinero tienes solo que pedirme.." Kevin le dió su dirección de correo electrónico. "Ey.. aún no sé cómo te llamas?"."Kiwi" dijo Kevin, nadie lo llamaba así,pero se le ocurrió en ese momento., "Kiwi..? Como la fruta.. sabrosa como tú. Llámame ogro.. te acordarás de ese nombre. se miraron. Kevin le dió un beso en la boca, no fue largo, pero su lengua mojó atrevidamente los labios del hombre. "Anda ahora.. o te agarro otra vez". "Chau, ogro".. y el chico salió del auto, cerrando la puerta. Kevin sintió detrás suyo el murmulllo del motor del auto que se alejaba. Realizó que había dejado la mochilita olvidada en el auto. "No importa" se dijo.. cuando vea de nuevo al ogro la recupero". Caminó por la tranquila calle hacia su casa. Sacó de su bolsillo los billetes que el hombre le dió y los miró bien: "uau.." los escondería, su madre se preguntaría seriamente de dónde los había sacado. Vió la lata que había pateado esa tarde al lado de un árbol de la vereda. La volvió a patear, esta vez con fuerza, y rebotó en la puerta de chapa de una casa, haciendo un ruido tremendo. Llegó corriendo a su casa. Buscó el hueco donde estaba escondida la llave de entrada. Estaba allí! por suerte no había nadie en casa. Se pegaría una ducha larga y caliente. Gracias por leer mi cuento. Recibiré con gusto comentarios buenos o malos. Hacer una donación a este sitio contribuirá a mantenerlo para seguir leyndo historias.