Date: Thu, 10 Jan 2013 18:40:50 -0800 From: j malo Subject: Sergio y Yo Chapter 2 Capítulo 2 Al día siguiente alistándome para la escuela aun sentía mi sueño casi como si hubiera sido real aunque todavía no podía creer que ya hacia semen casi para convencerme tome los calzoncillos de anoche y los puse en mi nariz esperando que olieran algo como Sergio pero no fue así de hecho solo olían a orines. En camino a la escuela tenía que pasar enfrente de la casa de Sergio pero esa mañana me extrañó verlo esperándome. Saludándolo le pregunte; "¿Listo para escuela? Me miró un poco turbado contestando "Casi pero pasa quiero mostrarte algo" realmente no pensé en que me iba a mostrar pero apenas entramos, desabrochándose el pantalón dijo; "ya se fueron todos" conteste; "ahora no después, o llegaremos tarde" Insistiendo dijo; "lo hacemos rápido" para entonces ya me lo estaba mostrando, en cuanto vi su verga ya parada no tuve fuerza para negarme y caí de rodillas ante el sus manos inmediatamente tomaron mi cabeza mientras yo lo tomaba en mi boca. Afortunadamente como lo había dicho no duro mucho pronto recibí mi dosis matutina de proteína. Se arregló el pantalón y salimos de prisa llegamos un par de minutos antes de que sonara la campana. Teniendo trece años Sergio quería mi boca a cualquier oportunidad posible por supuesto no me molestaba en absoluto. Aunque compartíamos clases, anteriormente ni nos tomábamos en cuenta y ahora el trataba de sentarse lo más cerca de mí. En el periodo de educación física mientras nos cambiábamos yo trataba de ver algo el furtivamente se subía el short y me lo mostraba yo lamia mis labios como saboreándome. Estábamos en las canchas de básquetbol se acercó discretamente me mostró unos arbustos junto al muro trasero de la escuela y me dijo quedamente; "en el periodo del almuerzo te espero allá" sin esperar respuesta se alejó. Después de educación física era opcional ducharse, yo no lo hacía desde que empecé a notar otros chicos con grandes y peludos penes. Conocía bien a la clase de seguro se iban a burlar del mío pequeño y lampiño, aunque después me di cuenta no era realmente pequeño sino que la mayoría de la clase eran mayores que yo. Cuando regresamos a los vestidores Sergio se cambió rápidamente y salió, yo sabía a donde iba. No me equivoqué, cuando llegue al lugar convenido él ya estaba ahí, al oír mis pasos silbó quedamente para mostrarme su ubicación. Tal como había esperado Sergio estaba listo con los pantalones a las rodillas y el sólido, húmedo pene en sus manos. Asumí la acostumbrada posición pero sabiendo que después de E.F. estaría sudado empecé por sus huevos. Como esperado estaban sudados y olían a gloria, esta vez cuando intento ponerme la verga en la boca me resistí diciéndole; calmado tenemos toda la hora de almuerzo. Por un rato disfrute de su embriagante olor pero yo también deseaba mamarlo y substraer su delicioso néctar. Al tiempo de sentir mi lengua escalando su tibio tronco, tomo mi cara entre sus manos, me detuve en la punta explorando cada rincón de su cabeza inferior cuando estuvo limpia de su viscosa miel, la chupe delicadamente para luego clavarme y devorar lo más posible. Sergio suspiró hondamente prosiguiendo a mover gradualmente sus caderas en armonía con mi cabeza. En ese momento todo desaparecía solo era nuestra sexual cadencia y la anticipación del sublime inevitable final. Pronto recompenso mi atención con su espesa y tibia emisión, cuando se detuvo permanecí con su rendida verga en mi boca y el con sus sudadas manos en mi cara como no aceptando que ya había terminado. Sin prisa la sacó despacio de mi boca diciendo; "tenemos que regresar" antes de soltarlo completamente puse mi nariz en sus huevos y los besé rápidamente. Cuidando que no hubiera alguien en el área salimos de entre los arbustos el dirigiéndose a la cafetería. Casi al llegar me detuve diciéndole; "te espero yo no tengo hambre" me miro como no creyéndome pregunto; "¿estás seguro? Yo solo asentí con la cabeza y lo deje ir, ciertamente tenía hambre solo quería conservar su sabor en mi boca, también deseaba estar solo unos minutos como para procesar lo ocurrido. Me dirigí al salón de clases que a esa hora estaba vacío, me senté paladeando los pasados minutos. Antes de que regresara alguien, llego Sergio todavía comiendo y una pequeña bolsa en la mano, me la ofreció diciendo; "toma tienes que comer algo, necesitas recuperar energía" sonreí agradeciendo su gesto diciendo; "tú eres el que necesita reponerse" Se encogió de hombros sonriendo levemente agrego; "tú también lo necesitas" antes de tomar su escritorio se volvió y con una sonrisa maliciosa dijo; "lo vas a necesitar más después de clase" con un disimulado guiño de ojos se sentó. Cuando mis amigos regresaron al salón de clases me miraron sorprendidos al verme con él, Armando el amigo con el que pasaba más tiempo pregunto cómo disgustado; "¿dónde estuviste? estuve buscándote" Fríamente conteste mintiendo; "Estaba en la biblioteca no tenía hambre" Mirando la bolsa que de seguro había visto a Sergio traer pregunto burlonamente ¿es por eso que EL te trajo de comer? Inventando una excusa conteste; "fue por que le ayude con la tarea, es lo que estuve haciendo" Todavía no convencido me miro disgustadamente y se sentó. Al salir de clase, por primera vez caminamos juntos bajo las sorprendidas y algunas disgustadas miradas de mis amigos y los de él. Sergio era incansable quería que lo mamara en cuanto era oportuno, los hicimos después de clase en nuestro escondite, en las tardes en su casa, temprano antes de clase y a la hora del almuerzo. Lógicamente ya no teníamos tiempo para nuestros antiguos amigos *Sergio y yo* pasábamos todo el tiempo juntos solo nos separábamos en la noche para ir a dormir. Eventualmente Armando se dio por vencido y hasta le cedió su lugar en clase ya no quería hablarme mucho menos sentarse junto a mí. Eso no me importo, por lo contrario me encantó la idea de tenerlo todo el día cerca casi oliéndolo, no podía pensar en otra cosa y creo que él tampoco. Cuando había gente en su casa Sergio venía a la mía a "hacer tarea" tanto su familia como la mía miraban extrañados nuestra súbita amistad. *Sergio y yo* habíamos crecido en la misma calle pero en dos diferentes grupos de amigos que la mayoría del tiempo peleaba entre sí, mis amigos incluyendo mi hermano menor lo odiaban y sus amigos no me querían tampoco. Por esa razón, aunque quisiéramos no podíamos incluir a nadie más en nuestras actividades. Lo que nos daba más libertad y más tiempo para estar juntos. El grupo de Sergio siempre había sido el más agresivo, más fuertes y mejores para pelear. Nosotros éramos los "niños buenos" que nunca se metían en problemas, por esa razón ellos nos golpeaban cuando podían y Sergio había sido casi como el líder. Con razón todos en mi grupo incluyendo mi hermano menor lo odiaban especialmente y no comprendían porque querría yo ser su amigo. Se sentían traicionados por mi hasta dejaron de hablarme, Sergio paso por lo mismo pero en contraste el dejo de hablarles porque ellos no cejaban de referirse de mi despectivamente y llamarme apodos ofensivos. Eso claro no nos afectó nos teníamos el uno con el otro y realmente no queríamos compartir nuestro tiempo con nadie más. En cierta forma continuamos nuestros papeles anteriores el continuó siendo el agresivo, el líder. Yo tenía que hacer siempre lo que él quería y como él lo quería por alguna razón yo no solo lo aceptaba, lo esperaba y lo disfrutaba. El sábado por la mañana fui a su juego de futbol, al terminar me llevo atrás del campo que estaba lleno de hierba y maleza alta. En camino se tocó mostrándome su erección, que de hecho pensé la había tenido durante todo el juego. Al tiempo que estuvimos fuera de vista se detuvo metiendo sus pulgares en el short como que iba a bajarlos pero lo detuve diciendo; "espera déjame hacerlo" Se soltó me miro extendiendo la mano como invitándome a hacerlo. Sin perder tiempo me arrodillé poniendo la cara en su bulto inhalando su aroma. Sentí que iba a venirme sin siquiera tocarme, pausadamente baje sus shorts dejándolo con solo las trusas, mi cara volvió al área era más fuerte ahí su olor. Su trusa estaba empapada con sudor, el olor me embargaba poniéndome como en un trance en el que solo existían *Sergio y yo*. Sergio acariciaba mi pelo y mi cara yo mordisqueaba suavemente su dura verga por encima del calzón mientras disfrutaba su olor mismo que me hizo querer probarlo. Finalmente con calma le baje el calzón poniendo al descubierto una magnifica vista. El suave pelo que rodeaba su sólida verga mojados, sus tersos huevos brillando con sudor. No supe que probar primero embelesado con la visión frente a mí, no tuve que decidir Sergio empujó su tenso órgano en mi cara, sin resistir y después de lamer la punta la introduje en mi boca. Cada vez que lo mamaba era como la primera vez su olor y su sabor me incapacitaban en ese momento haría cualquier cosa que Sergio me pidiera. Afortunadamente en ese momento lo único que él quería de mi era que lo siguiera mamando y eso hice. Pronto tuve la ya familiar sensación de que su verga se hinchaba más para enseguida desbordarse de sus deliciosos jugos de los que ya estaba adicto. Regresamos mi familia estaba por salir, iban a una boda a una ciudad cercana no regresarían hasta el día siguiente, les rogué me dejaran quedar porque tenía un proyecto de la escuela que tenía que acabar; al fin me dejaron. Enseguida llame a Sergio solo para informarle, colgué el teléfono diciéndole "te llamo cuando se vayan" así lo hice pero no contestaba, empezaba a pensar miles de cosas cuando Sergio entro sin siquiera tocar. Sin pensar solté el teléfono y lo abracé fuertemente, Sergio me abrazo igual apretándome, hasta que sentí su caliente verga en la mía por primera vez. No quería soltarlo pero el hizo primero diciendo con una gran sonrisa; "estuve esperando hasta que los mire irse me vine rápidamente. Él estaba igual de excitado que todo el día y la noche solo iba a ser para *Sergio y yo*. Sergio llamo a sus padres y les dijo que los míos habían salido de emergencia y no pudieron llevarme con ellos que si podía quedarse conmigo hasta mañana. Le dieron permiso estaban contentos que al fin tenía por amigo a un "chico bueno." Pasamos a su casa para recoger lo necesario y su bolsa de la escuela pues íbamos a hacer "tarea." Cuando regresamos los dos estábamos súper nerviosos como si fuera la primera vez. A él se le disipó pronto, de nuevo estaba en control. Aseguro las puertas, cerró las cortinas y comenzó a desnudarse, lo detuve diciendo; "detente ese es mi trabajo pero vamos a mi cuarto" recogió su bolsa y me siguió. El todavía usaba su ropa de futbol excepto los zapatos por los que empecé. Sus pies olían pero era un olor agradable como todos sus olores, de hecho me incliné y se los besé cariñosamente. Luego vino la camiseta, al levantar los brazos aproveché para oler sus axilas me detuve más tiempo ahí aunque quería lamerlas solo las bese quería conservar su aroma. Por alguna razón todos sus olores me afectaban como afrodisiacos. Cuando terminé de desnudarlo retrocedí unos pasos para poder admirarlo mejor. La visión me quitó el aliento si tuviera que describirlo con una palabra la más apropiada sería perfecto. Él era un poco más bajo que yo como metro y medio y pesaría como 60 kg. Su cuerpo era macizo, sin un gramo de grasa, suave y sin pelo solo unos cuantos púbicos. Su piel blanca como pálida en su nariz tenía una pecas, su pelo ondulado al igual que sus rizadas pestanas sus ojos de un café claro, entre sus piernas un pene blanco como la leche al igual que sus pesados testículos. El prepucio era largo con la punta de un rosa subido casi rojo al igual que su cabeza. Aun sus pies eran preciosos no muy grandes con sus dedos bien formados. Realmente no pude encontrar nada en su cuerpo que no fuera admirable y mamable. Mirándome desconcertado me preguntó; "¿Qué tanto miras alguna anormalidad?" Lamiéndome los labios le respondí; "no Sergio todo es perfecto" con eso lo empuje dulcemente a mi cama. Mirándolo semi-acostado con las piernas en el piso le dije; "quiero probar todo tu cuerpo" Con su hermosa sonrisa contestó; "es todo tuyo." Puse mi boca en sus lisos pezones mi nariz donde la quería, en su fragante axila. Mientras mi lengua jugaba en su pecho haciéndolo suspirar, el olor de su sobaco casi me hacía acabar. El empujaba mi cabeza para abajo, sabiendo lo que quería bajándome lentamente lamiendo y mordiendo su duro estomago hasta que llegue a su ombligo eso lo hizo suspirar fuerte y empujarme más abajo. Yo también lo quería sin más preámbulo tomé su tiesa verga en mis manos pelándola al tiempo que introducía su empapada cabecita en mi boca. Me concentre en la cabeza mamándola como nunca esto hizo que Sergio me detuviera; "espera, espera no quiero venirme todavía tenemos mucho tiempo" lo acaté y me recosté junto a él. Yo todavía estaba completamente vestido mirándome dijo; "no quiero ser el único desnudo" Yo realmente no quería desnudarme la verdad me daba vergüenza y se lo dije él contestó; "¿Por qué te va a dar vergüenza? Estás en tu casa y solo yo te voy a mirar. Además tú ya me está s viendo desnudo." Me quite la ropa pero me dejé las trusas me recosté junto a él de lado tratando, por alguna razón, de ocultar mi visible erección. Notándolo dijo; "te falto el calzón" Sardónicamente le contesté simulando masturbarme; "solo que vayas a cumplir lo que me debes" sin insistir dijo "estoy cansado, está bien si recupero las fuerzas con una siesta?" Yo también lo necesitaba me volví y lo deje que durmiera.